El sector de la construcción es un componente fundamental de la economía de cualquier país, pues es el responsable de la creación de la infraestructura necesaria para poder fomentar un crecimiento económico sostenido. Esta industria en México ha sido factor relevante, pues las obras que se construyen a lo largo del país frecuentemente han sido utilizadas como motor de la producción.
Esta actividad siempre ha estado vinculada con el desarrollo del país y ha sido palanca fundamental para lograrlo; la infraestructura carretera, las obras pesadas de irrigación, la trasmisión de energía, las obras de edificación entre las que sobresale la vivienda de interés social, la construcción de obras de equipamiento urbano y muchas más son parte de los activos del país, por lo tanto, mientras más obras se construyen, más riqueza se crea, y no solamente eso, también se genera mayor empleo.
Considerando lo anterior, la construcción es una industria que tiene una importante función social y su importancia radica principalmente en que es el sector de la economía que absorbe la mayor cantidad de mano de obra no calificada del país, por lo que a mayor cantidad de obras que se construyen, mayor cantidad de personal empleado, y adicionalmente, a la mayor permanencia de los obreros en las empresas, aumentan los índices de calificación del personal.
La Economía y los estudios estadísticos referentes a la producción de los países han diferenciado varios sectores económicos:
a) Sector Primario. Se refiere al agropecuario. Se encuentra integrado por agricultura, ganadería, silvicultura, caza y pesca. Es sector productivo.
b) Sector Secundario o Industrial. Se divide en 2 subsectores: industria extractiva, que incluye la minería y el petróleo, y la industria de la transformación, que comprende el resto de la industria, entre ellos la industria automotriz, refrescos embotellados, cemento, etc., por lo que también es sector productivo. La industria de la construcción está comprendida dentro de este segmento.
c) El sector terciario o de servicios engloba las actividades no productivas necesarias para el funcionamiento de la economía: comercio, restaurantes y hoteles, transporte, comunicaciones, servicios financieros, servicios de educación, gobierno, entre otros. Una consideración esencial es que no produce bienes tangibles, sin embargo, al reportar ingresos a los prestadores de servicios, sí contribuye a la formación del ingreso nacional y al producto nacional.
El Inegi presentó en días recientes la Encuesta Nacional de Empresas Constructoras (ENEC), para julio de 2023 y con datos ajustados por estacionalidad, los resultados indican que el valor de la producción generado aumentó 4.4 %, en términos reales, respecto a junio pasado. A tasa mensual, en el mes de referencia y con cifras ajustadas por estacionalidad, el personal ocupado total disminuyó 0.5%, a manera disgregada, por tipo de contratación, el personal no dependiente de la empresa cayó 5 % y el personal dependiente, 0.5 % (el número de las y los obreros aumentó 0.1 %; el de las y los empleados administrativos, contables y de dirección descendió 1.6 % y el grupo de «otros» —que incluye a personas propietarias, familiares, así como a otras y otros trabajadores sin remuneración— subió 2.2 %). y las remuneraciones medias reales cayeron 1.5 por ciento. Las horas trabajadas incrementaron 0.2 por ciento.
Respecto a las horas trabajadas en las empresas constructoras, a tasa mensual en julio de este año, crecieron 0.2 por ciento. Según la categoría de las y los ocupados, las horas trabajadas por el personal no dependiente de la razón social ascendieron 4.1 % y las correspondientes al personal dependiente retrocedieron 0.2 por ciento. En julio del presente año y a tasa anual, el valor real de la producción en las empresas constructoras incrementó 31.7 %; el personal ocupado total, 1.2 %; las horas trabajadas, 9.1 % y las remuneraciones medias reales pagadas, 1.9 por ciento.
En este contexto, al revisar la distribución porcentual del valor de producción por entidad federativa según tipo de obra para julio de 2023, Puebla aporta el 1.2 del total generado en nuestro país, mientras que por elementos, el total edificación representó el 1.9, el agua, riego y saneamiento el 1.5, la electricidad y telecomunicaciones el 0.9, mientras que el transporte y urbanización el 0.4 y las otras construcciones participaron con el 2.2, cada una del rubro correspondiente.
La industria de la construcción es uno de los sectores principales de la economía mexicana y el más importante en cuanto a valor de mercado en América Latina, al atraer una gran cantidad de inversión pública y privada, además que los proyectos de construcción de infraestructura son responsables de la generación de empleos.
Con su demanda de insumos de otras industrias, la construcción también promueve la actividad económica de sectores conexos, de tal manera que, en 2022, el ramo de la construcción contribuyó con alrededor del 6,8% del Producto Interno Bruto de México, de ahí su importancia para la economía nacional.