Unos 5 mil migrantes de países de Centro y Sudamérica, así como del Caribe, partieron ayer por la mañana de Tapachula, Chiapas en una nueva caravana con la que pretenden llegar al norte de México y cruzar la frontera con Estados Unidos.
Irineo Mujica, de la organización Pueblo Sin Fronteras, indicó que antes de salir los extranjeros enviaron un documento formal al titular del Instituto Nacional de Migración (INM), Francisco Garduño, a quien solicitaron permisos de tránsito, pero no hubo respuesta.
Entonces decidieron emprender el viaje, con el argumento de que en la frontera sur no hay empleo, y los trámites de regularización ante la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar) y el INM tardan de seis meses a un año.
Es una irresponsabilidad del gobierno federal tratar de contener algo que es incontenible: el número de migrantes; los países están aventando la migración como si fuera un río incontenible e impulsándola hacia México y Estados Unidos, simplemente no tiene manera de parar esto
, expresó Mujica.
El activista añadió que muchos extranjeros están en situación de calle, las rentas están muy caras, se han triplicado, igual la comida. Deben aguardar de seis meses a un año, es imposible definitivamente tener a tantos
.
La caravana, integrada en su mayoría por personas de Honduras, El Salvador, Guatemala, Nicaragua, Venezuela, Haití y Cuba, tomó la carretera federal rumbo a Arriaga, dejando atrás la cabecera de Tapachula, donde llevaban meses esperando que la Comar y el INM les resuelvan sus trámites migratorios.
El contingente es custodiado por patrullas estatales y de la Guardia Nacional para agilizar el tráfico vehicular, y en esta ocasión no se vieron intentos de detenerla, como ha ocurrido con otros éxodos.
Familias completas, mujeres embarazadas y hombres empujando carriolas con sus hijos caminaron durante unas cinco horas a lo largo de casi 15 kilómetros para llegar a su primera escala, la comunidad Álvaro Obregón, municipio de Tapachula, donde descansaron bajo un área techada; algunos se guarecieron bajo árboles y otros montaron casas de campaña.
Decidieron avanzar poco para no exponerse a las lluvias intensas vespertinas, producto de la tormenta tropical Pilar, que afecta la costa del Pacífico, al sur de Chiapas.
El hondureño Carlos Eduardo Martínez contó que decidió sumarse a la caravana porque llevaba una semana buscando empleo en Tapachula y no lo consiguió. Además, le dieron cita en la Comar para continuar sus trámites hasta dentro de tres meses.
No podía yo seguir esperando sin dinero, durmiendo en la calle, no es vida. Mejor aquí vamos para arriba y esperemos que el gobierno nos ayude, que no nos detenga
, dijo cargando una mochila y un galón de agua.
José Alberto María, de Guatemala, expuso que migra por haber sido extorsionado por la organización delictiva Mara Salvatrucha cuando trabajó como ayudante de chofer en autobuses del transporte público, además de que sus ingresos ya no eran suficientes para sostener a su familia.
Con información de La Jornada