La cama matrimonial es algo tan común en nuestros dormitorios que, en el caso de que les digas a tus amigos que planeas con tu pareja dormir en camas separadas, probablemente verás a tu alrededor caras de extrañeza.
“¿Cómo tienen sexo?”, es posible que te pregunten, como si el único lugar posible para hacerlo fuera una cama.
Pero existen casos en los que dormir separados más que un inconveniente es una idea estupenda. Hay personas que son tremendamente incompatibles en la cama: se quitan las cobijas, se empujan, roncan, se despiertan todo el rato, hablan en sueños… Esas incompatibilidades pueden incluso llegar a suponer un serio problema en la pareja. Incluso en parejas que se lleven muy bien.
Aunque parece que el hábitat natural para que duerma una pareja es la cama matrimonial, esto no ha sido siempre así. Según el libro ’A Cultural History of Twin Beds’, de Hilary Hinds, las camas separadas fueron bastante populares entre las décadas de 1850 y 1950. Pero en la década de 1960, las actitudes cambiaron y la cama matrimonial se impuso.
Desde entonces, parece que una pareja que duerme en camas separadas es sinónimo de que la pasión se ha terminado, incluso de que la cosa va realmente mal. Pero esto no tiene que ser así en absoluto.
Ventajas de dormir en camas separadas
No te molestarán los movimientos de tu pareja
La primera ventaja está clara. Por muy técnicamente avanzado que sea tu colchón, si tu pareja es de las que se mueve mucho por la noche y tú tienes el sueño más bien ligero o viceversa, sus movimientos te despertarán. Si duermen en camas separadas, no te tendrás que preocupar por eso.
Estarás más descansado y menos estresado
Como consecuencia de lo anterior, descansarás mejor y eso te traerá todos los beneficios de dormir bien. También en lo relacionado con el sexo: una pareja más descansada tiene más sexo.
Al dormir en camas separadas no se generarán “rencores” nocturnos entre ustedes
Este es quizá uno de los mayores peligros de los problemas de sueño dentro de una pareja. Por muy bien que se lleven por el día, el hecho de que tu pareja no te deje descansar bien por la noche puede despertar un rechazo hacia ella que los perjudica en muchos niveles de su relación. Y, obviamente, puede provocar que se reduzcan sus relaciones sexuales.
dormir en camas separadas
No hace falta que las camas estén muy separadas
Al hablar de camas separadas, hay que dejar una cosa clara: no hace falta que estén en diferentes habitaciones. Pueden colocarlas simplemente a unos pocos centímetros. De esta forma, tendrás casi la sensación de que te despiertas a su lado, pero sin todos los inconvenientes de las camas matrimoniales.
Siempre pueden juntarse
Al haber tan poca separación entre sus camas, en el caso de que les apetezca un poco de acción, juntarse será lo más fácil del mundo, simplemente habrá que levantar un poco las sábanas y acortar la pequeña brecha que los separa. No es para tanto.
Con información de Mens Health