El País dio a conocer que algunas personas piensan que la depresión consiste solamente en una profunda tristeza y parece ser que este trastorno se ha convertido en una forma de denominar la tristeza pasajera, lo que ha llevado a una banalización de este trastorno y la invisibilización de los efectos colaterales que trae consigo. La realidad es que la depresión es el trastorno mental más común; actualmente, afecta a más de 300 millones de personas, aproximadamente el 4,4% de la población mundial, afirma la Organización Mundial de la Salud (OMS) y debido al gran número de personas que la padecen es considerada la principal causa de discapacidad, superando problemas como el dolor lumbar o la diabetes.
A pesar de esto, aún no se habla lo suficiente de cómo es que la depresión afecta distintos ámbitos de la vida de quien la padece ya que este trastorno no sólo consiste en una tristeza profunda y prolongada, sino que afecta también de manera fisiológica y si no es tratada puede llegar al suicidio.
No podemos limitar la depresión simplemente a “estar siempre triste”, como mucha gente piensa. Esta presenta múltiples síntomas, tanto físicos como psicológicos. Podemos experimentar desde desinterés, tristeza y problemas para dormir, hasta una disminución de la capacidad intelectual, descuido en nuestra higiene y fuertes dolores físicos. –Instituto de Psicología.
De acuerdo con el Centro Médico de Piscología en España, la depresión es un trastorno que se presenta como una tristeza prolongada acompañada de sentimiento como melancolía, irritabilidad, disforia, abatimiento, culpabilidad, baja autoestima etc. El conjunto de estos sentires provoca una falta de energía y tiene características como:
Sentimientos de tristeza
Falta de energía
Pérdida de interés en actividades que antes se disfrutaban o causaban placer
Pérdida o aumento de peso drásticamente, motivado a los cambios en el apetito
Constantes pensamientos de culpabilidad
Problemas con el sueño: insomnio o dormir en exceso
Bajos niveles de concentración o productividad
Problemas para tomar decisiones
En depresiones más graves, la persona puede pensar en el suicidio
Dependiendo del número y la intensidad con que se sufren los síntomas, podemos hablar de episodio depresivo leve, moderado o grave. El primero, dificulta el ritmo normal de vida del paciente, pero éste no suspende sus actividades. Mientras que, en la depresión grave, existe una importante falta de autoestima, que impide totalmente al paciente continuar con su vida: dormir, comer, trabajar, etc. Además de fantasear con ideas suicidas.
La depresión y la sexualidad
La depresión afecta múltiples áreas de la vida, es importante saber que no sólo se trata de estar triste; uno de los ejes que poco se trata es cómo se vive la sexualidad para las personas que tienen depresión ya que es uno de los factores que más se invisibilizan por los prejuicios que la sexualidad conlleva.
Según el Centro Médico de Psicología, los trastornos como la depresión dificultan el proceso químico que se desarrolla en el cerebro haciendo casi imposible el deseo sexual. Aunque cada persona tiene diferentes niveles de impulso sexual o libido, existen factores como la depresión que pueden ocasionar disfunción sexual, como la disfunción eréctil e incapacidad para tener un orgasmo. Entre algunas de los signos más evidentes de cómo la depresión afecta las relaciones sexuales se deben mencionar:
Baja autoestima sexual: El paciente siente que no es lo suficientemente atractivo para nadie
Sexualmente distante: La persona con depresión se encuentran encerradas en su sufrimiento actual y son incapaces de anticipar placer
Problemas en la comunicación: La depresión puede hacer sentir al paciente como si nadie puede entenderlo verdaderamente, por ello, muchas personas deciden no comunicar a sus parejas lo que están viviendo.
De acuerdo con psicólogas y psiquiatras especialistas, en los pacientes con depresión que sufren problemas sexuales, lo prioritario, sin duda, es tratar la depresión. No obstante, diversos estudios han demostrado que los resultados terapéuticos mejoran si se realiza un tratamiento integral, con intervención simultánea sobre la depresión y el trastorno sexual. Gran parte de los pacientes que toman antidepresivos sufren, durante el tratamiento, menoscabo de su capacidad sexual, que si es identificada por el paciente (lo que sucede con frecuencia), suele ser muy mal tolerada y le empuja al abandono del fármaco antidepresivo, esto puede significar un riesgo grave para el paciente ya que el suspender los medicamentos de manera brusca puede agravar los síntomas de la depresión y aumentar el riesgo de suicidio.
Es así como diversas investigaciones han confirmado que el abordaje terapéutico simultáneo de depresión y disfunción sexual mejora la calidad de vida del paciente y facilita una recuperación más rápida de la enfermedad depresiva porque potencia el cumplimiento del tratamiento.