María Dolores Velázquez Rivas, mejor conocida como Lola Cueto nació en la Ciudad de México el día 2 de marzo de 1897. Esta multifacética artista sobresalió en el mundo del arte y logró abrirse paso en una época marcada por la escasa participación femenina. Acompáñanos a descubrir más detalles interesantes sobre su vida.
Desde muy joven, Lola mostró interés y habilidad para casi cualquier tipo de arte. Sobresalió en la pintura, manualidades, bordado, tapicería, escritura y hasta diseño de títeres. De hecho, a los 12 años empezó a estudiar en el Instituto Nacional de Bellas Artes de la Academia de San Carlos. Además, fue la única mujer entre un grupo de importantes pintores como David Alfaro Siqueiros que ingresaron a la primera Escuela de Pintura al Aire Libre de Santa Anita.
El hecho de que Lola Cueto integrara grupos de arte fue un suceso realmente significativo en aquella época. Ya que estas actividades las realizaban únicamente hombres y resultaba muy complicado que una mujer se sumara a ellas.
La también diseñadora y coleccionista de juguetes, comenzó a dar clases en la Ciudad de México, específicamente en el “Mexico City Collage”. Después, en el año 1919, se casó con el pintor y escultor Germán Gutiérrez Cueto y en 1927 se mudó a Paris durante unos años.
Así pues, la joven pareja se estableció en aquel país y se integró en una comunidad de artistas. Lo que permitió que expusieran su arte en importantes galerías. Por ejemplo, Lola Cueto expuso una colección de tapices en la Salle Renaissance en París.
Durante su estadía en Europa, Germán tuvo la idea de crear títeres y marionetas, lo que tiempo después se convertiría en una parte fundamental de su vida.
Posteriormente, aunque no se conoce en qué fecha, la pareja tuvo dos hijas a las que nombraron Ana María Cueto Velázquez y Mireya Cueto Velázquez.
Lola Cueto, pionera del teatro guiñol
Luego, a su regreso a México en 1932, Lola y otros artistas fundaron la Liga de Escritores y Artistas Revolucionarios (LEAR). Precisamente, de este grupo surgieron los primeros muñecos guiñol en México y estos aparecieron en la obra “El Renacuajo paseador” y otras más.
Debido a sus habilidades para diseñar títeres y marionetas, y su interés en transformar estos objetos en un medio de educación y formación para la niñez, Lola Cueto se convirtió en una destacada promotora cultural. Además, de ser la pionera del teatro guiñol en México en el periodo posterior a la Revolución Mexicana.
Por si fuera poco, María Dolores fundó tres compañías de teatro llamadas Rin Run, El Nahual y El Colorín.
Al respecto, estas compañías estaban enfocadas en el teatro guiñol. Ya que tenían la meta de fomentar el desarrollo de obras de teatro destinadas a enseñar, alfabetizar educar y divertir a los niños.
También, en 1932, formó parte de un grupo de teatro en el Palacio de Bellas Artes conformado por su esposo y el ilustrador y grabador Ramón Alva de la Canal.
Luego, en el año 1934, a Cueto la nombraron animadora teatral del Teatro Escolar del Departamento de Bellas Artes.
Rodeada de grandes artistas, Cueto brillo en su época
A todo esto, es importante mencionar que Dolores vivió en el periodo donde había varios artistas mexicanos importantes. Entre ellos, Diego Rivera, Frida Kahlo, Gabriel Fernández Ledesma, Ramón Alva de la Canal y Angelina Beloff.
Como se mencionó en párrafos anteriores, Lola Cueto se abrió camino en un mundo dominado por hombres, donde a las mujeres les resultaba complicado entrar y desde luego destacar.
De hecho, María Dolores utilizó el apellido de su esposo “Cueto” para tener mayor visibilidad, a pesar de ser una artista excepcional.
Finalmente, el 24 de enero de 1978 esta importante mujer falleció, pero su legado permanece hasta nuestros tiempos.