En el país llevamos varias semanas inmersos en la discusión sobre la “militarización de la seguridad pública”. ¿Si esta es prudente?, ¿si la población lo aprueba o no?, ¿si es un buen o mal paso?; pero me parece que esta discusión esta sesgada, ya que, en todas las encuestas, locales y nacionales, el principal problema que perciben los mexicanos en el país es la inseguridad, seguida de cerca por la economía y corrupción, y creo que tanto el gobierno como los actores políticos saben muy bien que los ciudadanos queremos que haya seguridad y paz en el país, y en especial en nuestras calles y colonias.
Esto lleva a que tanto el gobierno federal como la clase política sepa que de preguntarle a los ciudadanos si quieren o no que se “militarice la guardia nacional”, o incluso toda la seguridad en el país; estoy casi seguro de que la respuesta será un muy mayoritario SI; ya que realmente creo que la gente lo que piensa es “hagan lo que sea pero que esta inseguridad pare”.
Y en medio de este ambiente, la realidad es que, si tenemos graves problemas de inseguridad, tanto en los ámbitos nacionales, con una “guerra” entre y con los cárteles de la delincuencia organizada (que ya no solo de la droga), pero también de problemas de seguridad personal, en nuestras casas, nuestras calles y en los centros de trabajo en donde muchos mexicanos acuden todos los días a laborar.
Y es aquí donde las estadísticas nos sirven para corroborar estos dichos y conocer más a fondo la realidad, pero no para preocuparnos, sino para que tanto el gobierno (en especial ellos) como la sociedad busquemos una solución a este grave problema.
Y es que este jueves 29 de septiembre el INEGI (Instituto Nacional de Estadística y Geografía) dio a conocer el resultado de su Encuesta Nacional de Victimización de Empresas, estudio
que se realiza cada dos años en el país y que nos presenta los datos del 2021; y si bien los resultados son muchos, y tardaremos en analizarlo a profundidad un buen rato los que nos dedicamos a esto, quise traerle a usted los datos más relevantes o iniciales para que juntos meditemos sobre este asunto.
El estudio nos dice que en México durante el 2021 hubo 1.2 millones de Unidades Económicas (negocios de todo tamaño) que fueron víctimas de algún delito, esto es el 24.6% de todas las unidades; para ser prácticos 1 de cada 4 negocios en México fue víctima de la delincuencia en alguna forma durante el año pasado. Y si bien la encuesta nos muestra que hay una disminución de delitos en las unidades económicas, 33.7% en 2017, 30.5% en 2019 y 24.6% en 2021, sigue siendo una gran cantidad de negocios que caen sufren algún tipo de delito.
Pero ¿cuántos delitos se cometieron en estas Unidades Económicas?, la Encuesta Nacional de Victimización de Empresas (ENVE) nos revela que 2.9 millones de delitos se cometieron en estos 1.2 millones de negocios, es decir 2.4 delitos en promedio por cada lugar de trabajo que lo sufre, una “revictimización” que no solo duele, sino que, en varios casos, cuesta el cierre del negocio.
Esto es muy grave y la encuesta también revela que los negocios que más son víctimas de los delitos son los comercios en general, y de éstos, los de mayor repetición son los negocios de servicios; por cierto, un dato descriptivo más es que las unidades económicas más afectadas son las de mediano tamaño y las de gran tamaño (46.9% y 45.9% respectivamente) mientras que los negocios pequeños son afectados por la delincuencia en un 38.2% y las microempresas en 23.7%.
Y si a estas alturas del artículo se pregunta que delito es el que más sufren los negocios y empresas, el 28.9% de ellos sufren algún tipo de extorsión (delito muy ligado a la impunidad), seguido por el robo o asalto de mercancía, dinero o insumos (19.7%), el robo
hormiga ocupa el tercer lugar (12.9%), los actos de corrupción en cuarta posición (10.8%); le siguen los fraudes con 10.2%, el robo de mercancía en tránsito (7.3%), el robo parcial o total de los vehículos (6.6%), en el 1.9% sufren daños en instalaciones o maquinaria y un 18.% se concentra en otros tipos de delitos.
Para ir cerrando con los datos más relevantes de la encuesta, un dato que debemos tener muy claro es que el INEGI estima que la cifra negra, es decir los delitos no denunciados o que no llegan a una carpeta de investigación por diferentes motivos, es de 2.6 millones, es decir el 91.5%, y esto es parte de esta percepción de impunidad que hay en el país, porque solo el 8.5% de los delitos son judicializados, que no todos resueltos y castigados, por cierto.
Es en medio de esto que es muy entendible que la ENVE reporte que el 69.3% de las unidades económicas perciba que viven en inseguridad, que el 56% de ellas (un poco más de la mitad) califiquen como muy o algo efectiva a las policías estatales y solo el 53% califique como muy o algo efectiva a las policías municipales.
Pero esta delincuencia cuanto les cuesta a los negocios, y por ende al país, pues el enorme costo está calculado en 120 mil 200 millones de pesos, es decir el 0.67% del PIB de todo el país, y esto es solo el costo de la delincuencia en los negocios solamente. Haciendo un cálculo de este costo entre las unidades económicas afectadas, se estima que cada unidad víctima de la delincuencia tiene una perdida por este tema de 56,936 pesos, y es por eso por lo que le digo que un negocio, sobre todo si es micro o pequeño, que se ve afectado por la delincuencia, es probable que sea un negocio que deje de existir.
Que le presente estos datos tiene un objetivo, que discutíamos, nos metamos a la discusión sobre la seguridad pública del país, pero no desde una óptica política, o ideológica, sino discutiendo cual es el camino correcto o el mejor camino para hacer frente a este o los demás aspectos de la inseguridad, porque es algo que si como país no resolvemos, nos mantendrá no solo inseguros sino sin crecimiento económico y perdiendo fuentes de trabajo y por ende, ingreso.