En un sentido totalmente opuesto a la filosofía de un piloto Top Gun, la secuela de la película de 1986 le pedía a sus fans la paciencia de un monje para esperar cerca de 40 años (36 para ser exactos) para volver a ver a Maverick surcar los aires una vez más.
Hoy más que nunca, Hollywood es un lugar en el que la fórmula del éxito exige precisión y velocidad. Esto es algo familiar para un piloto de combate. Sin embrgo, en el caso de Top Gun Maverick y otras secuelas que han tenido muchos años entre una película y otra (Mad Max: Furia en el camino, Blade Runner 2049, Tron: El legado), la precisión y la excelencia también exigían el momento exacto para llegar a las pantallas.
Top Gun Maverick tuvo que aguantar tres años después de su fecha de estreno original en julio de 2019. Primero se retrasó para poder rodar más secuencias de acción y, meses después, para enfrentarse a la pandemia por Covid-19. Así, finalmente llega a las pantallas este verano de 2022.
Esta nueva aventura, nos enteramos de que Maverick sigue volando en pruebas que exigen llevar su cuerpo y su nave al máximo. Esto hasta que recibe la invitación de la Academia Top Gun. Su nueva misión: instruir a los mejores jóvenes pilotos, para una misión por demás peligrosa y que podría significar la muerte de varios.
Tom Cruise ha mencionado que quiso esperar el momento correcto para llevar a cabo la secuela. Así logró formar a un equipo excepcional. Aunque, lamentablemente, no incluye a los fallecidos Tony Scott y Don Simpson (director y prodoctor de la original, respectivamente) ya fallecidos-. De regreso está el productor (y prácticamente mesías) de Hollywood, Jerry Bruckheimer, junto al director Joseph Kosinski con quien Cruise trabajó anteriormente en Oblivion.
El cine de Kosinski, un arquitecto convertido en director, siempre se ha caracterizado por el uso de cámaras IMAX. Las usó desde Tron: Legacy, Oblivion hasta el drama real de bomberos Sólo los valientes. Sus tomas gozan de una estética en la que los gadgets y vehículos minimalistas se mezclan con escenarios fotorealistas que aprovechan al máximo la pantalla grande. Todas sus películas han sido fotografiadas por el chileno ganador del Óscar Claudio Miranda.
Además de eso, Cruise se apoyó en otro de sus últimos directores consentidos: Christopher McQuarrie. El ganador del Óscar por el guion de Sospechosos comunes y director de las dos más recientes y las dos próximas películas de Misión Imposible, fue parte del equipo creativo que desarrolló un guion que es el balance perfecto entre nostalgia y avance en la historia.
Cada pieza dentro de Top Gun Maverick sirve para construir la historia del tercer acto y la misión suicida. En ésta donde el equipo técnico despliega todo su armamento. Por un lado, la estructura narrativa hace brillar a Cruise junto al resto de los pilotos en la misión al mismo tiempo que avanza la historia. Por otro lado, Kosinski logra una de las secuencias más enérgicas y tensas en la carrera de Tom Cruise. La estrella sigue demostrando que está al tope de su nivel a la hora de entretener al público con experiencias reales alejadas del CGI.
La película original es un clásico ochentero pop en el que resaltan la glorificación del ejército, el soundtrack y una historia de amor. Sin embargo, los detalles de la primera por ratos la convierten en una cinta cursi o meramente entretenida. No obstante, en el caso de esta segunda, el personaje de Maverick sigue siendo el mismo. Pero la película alcanza una madurez que pocas cintas de acción logran.
Y ahí es donde nuevamente salen a la luz secuelas como Mad Max Fury Road o Blade Runner 2049, las cuales respetan al público y entregan una obra adulta pero no por ello seria y aburrida. Top Gun Maverick hace lo mismo que Misión Imposible: Repercusión: ofrecer una historia para todo público sin caer en los pecados que cometen ya muchas películas del género. Aquí no hay un personaje que haga bromas cada cierto tiempo, ni un exceso de CGI, ni grandes explosiones donde todos se salvan.
Tom Cruise siempre será un Maverick del Hollywood actual que ya no cree en sus héroes y para ello necesita superhéroes. El panorama moderno prefiere la efectividad de efectos por computadora y el humor en cada página de su guiona a una historia con pausas y un desarrollo que se tome su tiempo. La película pide la paciencia de un estratega pero ofrece la precisión de un piloto de la talla de Maverick.
Fuente: Sergio López Aguirre/ Cinepremiere