Así es el legendario Biombo de la Conquista de México

Por  Staff Puebla On Line | Publicado el 16-10-2019

A un lado, la violencia, el enfrentamiento y la decadencia; al otro la modernidad, el sosiego y la prosperidad. Dos mundos antagónicos se dan la espalda en el Biombo de la Conquista de Ciudad de México, datado a finales del siglo XVII, que ha subastado Sotheby’s a través de Internet hasta este viernes sin que haya logrado encontrar un comprador. Valorado entre tres y cinco millones de dólares, la casa de subastas asegura que continuará ofreciéndolo a través de la venta privada. En este enorme acordeón de madera profusamente decorado se muestran algunos de los episodios más crueles de la llegada de los españoles a México, pero la otra cara favorece el sosiego, con una vista de pájaro de la Ciudad de México aseada, tranquila y repleta de edificios coloniales.

De autor desconocido, esta pieza ha sido expuesta en el Museo del Prado de Madrid, en el Museum of Fine Art de Boston o en el Palacio Iturbide de Ciudad de México; pero forma parte del patrimonio nacional mexicano, la ley la protege y por tanto su futuro comprador no podrá sacarla del país. “Es una poderosa obra de arte [...]. Su fecha es muy destacable, es de finales del siglo XVII, lo cual la posiciona como una de las piezas de este estilo más relevantes”, señala la directora de arte latinoamericano de Sotheby’s, Anna di Stasi. Se trata de uno de los pocos biombos de este estilo que se encuentra en manos privadas. Uno muy similar al ofrecido por Sotheby’s, forma parte de la colección del museo Franz Mayer de la capital mexicana. “La pieza subastada tiene una gran calidad descriptiva. La vista de pájaro es fantástica, detalla las calles, se muestran las acequias o la llegada del agua a la ciudad”, describe el anticuario mexicano Rodrigo Rivero Lake.

La Malinche, traductora y consejera de Hernán Cortés, el emperador Cuauhtémoc y cromáticos guerreros águila están representados en este biombo. Un recorrido vertiginoso por la historia que incluye el ataque de los conquistadores españoles al Templo Mayor, uno de los principales centros ceremoniales de la época, el desventurado Moctezuma en un balcón antes de morir y el histórico encuentro entre este y Hernán Cortés en la calzada de Iztapalapa.

Tras las escenas divulgativas de los distintos episodios de la conquista, aparece la misma ciudad, ya serena, un siglo después. En la imagen panorámica de la capital mexicana, se cree que basada en un mapa de Juan Gómez Transmonte de 1628, ya no hay rastro de la antigua Tenochtitlán —nombre con el que conocían los aztecas a su capital—. El trazado y las construcciones son ya novohispanos. Se erigen iglesias y todo vestigio de culturas anteriores ha desaparecido. Los especialistas han identificado 71 monumentos y ubicaciones emblemáticas por toda la metrópoli, como el Palacio de los Virreyes, la Alameda, la basílica de Guadalupe, así como la gran plaza del Zócalo y la catedral. El acueducto de Chapultepec, rodeando el mapa, sirve de arquitectónico remate para un biombo con una florida cenefa en la parte superior y los laterales.

“El contraste entre una cara y otra del biombo es completamente premeditado. En una de ellas hay una forma muy específica de mostrar el orden y la modernidad que lucía México en comparación con las ciudades europeas, las cuales habían crecido, lógicamente, de una forma mucho más irregular”, apunta Di Stasi.

Esta mampara decorada de 10 hojas, que mide 5,5 metros de largo por 1,80 de alto, perteneció a una familia aristocrática italiana, los Gironi-Lisci, pasó posteriormente a manos de Galerías La Granja, en Ciudad de México, y fue vendida en 1991 por la casa de subastas Morton a su último propietario, cuya identidad no se ha hecho pública.

El biombo aúna rasgos de tres continentes puesto que se trata de un mueble característico de Asia en el que se narra el violento encuentro entre Europa y América. “En México, se acabaron produciendo numerosas mamparas plegables que se exportaban a otros países como Venezuela”, cuenta Rivero Lake.

La subasta de esta obra se produce tres semanas después de que el Gobierno mexicano intentara frenar sin éxito la subasta de un centenar de piezas prehispánicas en París. Las 120 piezas de la colección de los franceses Jean y Manichak Aurance quedarán fuera de las fronteras mexicanas como tantos otros tesoros del país latinoamericano como el Penacho de Moctezuma, la serpiente azteca de dos cabezas o el Códice Borbónico. Aunque de una época posterior y sin formar parte del legado arqueológico del país, este biombo permanecerá en el lugar en el que fue creado. Observar aquella vista de pájaro de la ciudad permitirá recordar que la hoy caótica y muy transitada Ciudad de México algún día fue tranquila y sosegada.

Fuente: El País

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