La cuenta atrás hacia el Mundial comienza a presentar peligros que van más allá del rival, en este caso un Girona en el Santiago Bernabéu bien trabajado y con una identidad definida que le suele conducir a la puerta grande o la enfermería. Pero el estilo es innegociable para Míchel, aunque tenga al líder enfrente. Un Real Madrid con demasiados internacionales pensando en una gran cita que nadie quiere perderse. Setenta minutos sin ideas hasta que aparecieron sus dos referentes del momento