Sillas, sillones, mesas, sofás, camas, armarios, cajoneras, gabinetes, espejos rústicos, así como refrigeradores, jarrones de talavera y de bronce, televisores y pantallas son parte de los objetos que presuntamente desaparecieron de Casa Puebla, residencia oficial de los gobernadores hasta 2019.
Así lo revelan datos de la Plataforma Nacional de Transparencia, en los inventarios de 2017 –que dejó el exgobernador fallecido Rafael Moreno Valle—y el último de Pacheco Pulido en septiembre de 2019, un mes antes del inicio de la administración de Miguel Barbosa Huerta.
Entre los presuntos objetos faltantes se encuentran cinco jarrones de talavera, tres espejos rústicos, cuatro jarrones de bronce, 12 camas, tres teléfonos digitales, 24 laptops, 26 computadoras, cuatro minicomponentes, dos reproductores dvd y tres aparatos de sonido.
Además de ocho pantallas de 40 pulgadas, cinco vitrinas, una caminadora, un molino para café, cinco refrigeradores, cuatro frigobares, 11 gabinetes de lujo, cinco cajoneras, un freidor eléctrico, un televisor de 32 pulgadas, una mesa oval, cuatro armarios, dos camastros, 72 mesas y cinco escritorios.
También dos sofás, dos mesas de centro, cinco mesas esquineras y 56 sillones de diferentes tamaños y características que se encontraban en el inmueble, antes de la administración de Antonio Gali Fayad y que no aparecen en el inventario final.
La Fiscalía General del Estado (FGE) de Puebla confirmó que se dio cumplimiento a una orden de aprehensión contra el empresario y ex funcionario Bernardo N., quien fungió como Jefe de Oficina de la Secretaría General de Gobierno (SGG) del estado y presuntamente autorizó la salida de muebles de Casa Puebla sin tener facultades.
¿Quién es Bernardo N?
Se desempeñó como director de Desarrollo Empresarial en la Secretaría de Desarrollo Económico municipal.
Es dueño de una cadena de tiendas de conveniencia.
Fungió como encargado de la oficina del entonces secretario de Gobierno, Fernando Manzanilla entre enero a julio 2019.
Es tiktoker con más de 1.2 millones de seguidores.
Fuente: Contra Réplica