De las mil 300 viviendas de la comunidad de cerca de 5 mil habitantes, el 95 por ciento han estado inundadas desde el 9 de octubre, cuando se abrieron por primera vez las compuertas de la presa Peñitas para desfogar el agua que amenazaba con romper la cortina de concreto. Amada Dionisio, de 68 años, tiene una taquería en la avenida principal del pueblo |
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