Los siete órganos colegiados en los que universidades e investigadores tienen presencia dentro del Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación desaparecerán y sus funciones serán absorbidas por el nuevo Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías (Conahcyt).
Morena presentó ante el Senado la propuesta oficial para la conformación del Conahcyt, con lo que se pretende dar un “golpe de timón” a la política científica del país y se evitará que el dinero público beneficie a privados.
Con la iniciativa presentada se busca que la nueva estructura “impida que ciertos grupos del sector privado y gestores de recursos incidan negativamente en la política pública de la ciencia, tecnología e innovación, así como que se utilicen recursos del sector para solventar obligaciones de los gobiernos de las entidades federativas”.
Presentada por la senadora Ana Lilia Rivera, la propuesta ordena la desaparición de los siete órganos colegiados, donde la UNAM, IPN y Cinvestav inciden en la política científica.
“Seguirá siendo un organismo público descentralizado del Estado mexicano, no sectorizado, con personalidad jurídica y patrimonio propio, que goza de autonomía técnica, operativa y administrativa”, detalla el documento.
Propuesta
La iniciativa plantea que el nuevo Conahcyt absorba a los siguientes organismos:
Coordinación de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Oficina de la Presidencia.
Consejo Consultivo de Ciencias.
Consejo General de Investigación Científica, Desarrollo Tecnológico e Innovación.
Foro Consultivo Científico y Tecnológico.
Conferencia Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación.
Red Nacional de Grupos y Centros de Investigación.
Comisión Intersecretarial de Bioseguridad de los Organismos Genéticamente Modificados.
Buscan acabar con coyotaje en ciencia
La iniciativa de Morena plantea que gestores de recursos incidan negativamente en la política pública de la ciencia.
Con el respaldo del Conacyt, Morena presentó en el Senado la propuesta oficial para dar “un golpe de timón” a la política científica del país, a partir de crear el Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías (Conahcyt), que concentrará la toma de decisiones, para lo cual desaparecerán los siete órganos colegiados, donde las universidades e investigadores tienen presencia, y evitará que el dinero público beneficie a privados.
Uno de los objetivos del “cambio jurídico de raíz” que impulsa el nuevo gobierno con esta iniciativa es que la nueva estructura “impida que ciertos grupos del sector privado y gestores de recursos incidan negativamente en la política pública de la ciencia, tecnología e innovación, así como que el uso de recursos del sector para solventar obligaciones de los gobiernos de las entidades federativas”.
Dice que actualmente, “los esquemas y mecanismos jurídicos y administrativos están diseñados para facilitar que empresas privadas, a través de la mediación de instancias estatales, se sirvan de los recursos públicos para financiar sus emprendimientos sin riesgos ni costos y sin responsabilidad social alguna, así como para que los gobiernos de las entidades federativas suplan sus omisiones en materia de desarrollo social y prestación de servicios públicos”.
La iniciativa para crear la Ley de Humanidades, Ciencias y Tecnologías, presentada por la senadora Ana Lilia Rivera, ordena la desaparición de los siete órganos colegiados de decisiones, donde académicos de la UNAM, IPN y Cinvestav, principales semilleros de conocimiento científico, inciden en la política científica.
“La presente iniciativa impulsa la transformación del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, para convertirlo en el Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías, que seguirá siendo un organismo público descentralizado del Estado, no sectorizado, con personalidad jurídica y patrimonio propios, que goza de autonomía técnica, operativa y administrativa”.
El Consejo integrará estructuras y funciones que ahora se encuentran dispersas en distintos órganos del actual Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación.
Así, plantea que el nuevo Conahcyt absorba las tareas de los organismos colegiados donde hoy confluyen científicos y tecnólogos de diferentes instituciones educativas.
Añade que “la reorganización de los espacios y mecanismos de coordinación y colaboración con las dependencias y entidades públicas, federales y locales, y los Centros Públicos de Investigación, así como de consulta y participación de la comunidad académica, científica y tecnológica y los sectores público, social y privado, evitando la creación de nuevos órganos autónomos de cabildeo y representación de intereses corporativos o la institucionalización de grupos de presión que actúen en representación de intereses particulares”.
Fuente: Excélsior