“Agárrense hijos de la chingada!, fueron las primeras declaraciones del exgobernador de Sonora, Guillermo Padrés, tras ser liberado bajo fianza la noche de este sábado en el Reclusorio Oriente, en Iztapalapa.
Frente a los medios de comunicación que esperan su salida desde el mediodía de ayer, apostados en las inmediaciones de la penitenciaría, fue parco e indiferente, pero ya una vez en confianza envió un mensaje de voz a sus amigos, excolaboradores y detractores a través de la aplicación de Whatsapp.
“Buenas noches a todos, me da gusto saludarlos a todos, aquí Jorge me pidió que les mandara un audio, estoy con toda mi familia, gracias a Dios, muy contento no me la creo, no me la creo, les mando a todos ustedes un abrazote, espero verlos pronto a todos mis amigos”, mencionó el exmandatario sonorense.
Segundos después amagó: “Recuérdense que todavía traigo un poco de Ocotillo que me ha sobrado, nomás les mando decir que gracias a todos, por todo y espero verlos pronto. La única palabra que se me viene a la mente es: gracias”.
Y, finalmente, sentenció: “¡Ya estoy libre, cabrones, agárrense hijos de la chingada!”.