Este 20 de noviembre se conmemora el 29 aniversario de la Convención de los Derechos de la Niña y el Niño; y a casi tres décadas de su adopción por las Naciones Unidas, México mantiene una deuda ética que es impostergable saldar.
Mientras que en las décadas de los 90 y los años 2000 las entidades con peores indicadores de mortalidad infantil eran al mismo tiempo los de mayor pobreza, a partir del 2010 han entrado en la lista entidades que se asume tienen altos niveles de desarrollo, teniendo a Coahuila como el caso más emblemático.
Así, Campeche aparece en 2018 como la entidad con mayor tasa de mortalidad infantil, con un indicador de 14 casos por cada mil nacidos vivos; le sigue el Estado de México con 13.9; en tercer sitio está Puebla, con 13.8; le sigue en cuarto Tabasco con 13.5 y en quinto sitio Chiapas y Tlaxcala, con 13.3, respectivamente.
En la lista sigue el estado de Guerrero, con un indicador de 12.8, seguido de Coahuila, con 12.6; Durango con 12.3; y Baja California y Baja California Sur, con indicadores de 12 defunciones por cada mil nacidos vivos, cada uno.
Fuente: Excélsior