La falta de regulación del comercio informal en el Centro Histórico de Puebla, así como el repunte de casos por una posible tercera ola, ponen en peligro la reactivación económica de los comerciantes asentados en el primer cuadro de la ciudad, quienes apenas empezaban a ver números favorables.

Marco Antonio Prósperi Calderón, presidente de la Cámara de Comercio, Servicios y Turismo (Canaco), comentó que antes del nuevo decreto emitido por el gobierno estatal, la expectativa del crecimiento era de hasta un 50 por ciento, pero derivado de la reducción del aforo esperan esta baje a un 30 por ciento.

“Las ventas en promedio están al 40%, pero con el riesgo de bajar debido a la tercera ola de contagios, es una situación muy delicada y existe la posibilidad de bajar a rojo y eso nos preocupa”, expresó.

Prósperi Calderón resaltó que todos los comercios formales se encuentran acatando las medidas de sanidad, puesto que temen se de un nuevo paro de actividades que los obligue a cerrar de nuevo, situación que más de la mitad de los establecimientos no se puede permitir.

Apuntó que, sumado a esto, notaron que los operativos para restringir la presencia de vendedores ambulantes son prácticamente nulos por parte del gobierno municipal, por lo cual el primer cuadro de la ciudad se encuentra desbordado y consideran es ahí donde se puede dar los casos de contagio.

Solicitó que exista un rigor con el comercio informal y que el gobierno municipal se coordine con el estatal para que se hagan los operativos necesarios, tanto en el Centro Histórico de Puebla como en la periferia y juntas auxiliares donde se llevan a cabo tianguis.