Posiciones encontradas se manifiestan en relación con el tema de regreso a clases de educación básica proyectado para agosto, pues mientras especialistas aseguran que postergar el retorno a las aulas causaría daños psicosociales y emocionales, por otra parte advierten alto riesgo de contagio de COVID-19.
En este sentido, explican que si bien los menores de edad no forman parte del grupo de riesgo –a diferencia de adultos mayores y personas con comorbilidades–, la detección de síntomas del virus en ellos es más complicada; además, tienden a no acatar las medidas de sanidad.
Sin embargo, no volver a las aulas puede generar problemas de salud mental y emocional, de la misma forma que tomar clases en línea, por lo que las escuelas se enfrentan a un gran reto para lograr un retorno exitoso.
FALLECIERON 36 EN UN AÑO
Del 11 de abril de 2020 al 12 de abril de 2021 se reportó el fallecimiento de 36 menores de edad a causa de COVID-19 en el estado, lo que colocó a Puebla –junto con Nuevo León y Ciudad de México– como la segunda entidad federativa con más casos.
Por encima de dichos estados estuvo sólo Estado de México, con 79 menores, de acuerdo con el reporte COVID-19 en niñas, niños y adolescentes del Sistema de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes (Sipinna).
El reporte detalló que, de los 36 casos en Puebla, 15 eran mujeres y 21 hombres. El grupo de edad con más casos fue el de menores de entre cero y cinco años de edad, con 17 casos, mientras que seis tenían entre seis y 11 años, y 13, entre 11 y 17 años.
Los municipios en los que más casos se reportaron fueron la capital poblana (36%), seguida de Tecamachalco (11%) y Teziutlán junto con Huaquechula (6%).
DETECCIÓN COMPLICADA
Víctor Manuel Caballero Solano, director de la Facultad de Medicina de la UPAEP, explicó que, si bien los niños lo son parte del grupo de riesgo, es importante vigilar su salud, pues en muchos casos los síntomas –como temperatura o dolor abdominal– son imperceptibles, debido a que los niños son muy resistentes.
Respecto al retorno a clases, dijo que los niños corren riesgo de contraer el virus, pues es difícil que cumplan reglas de sanidad.
Recomendó mantener bajo observación a los más pequeños, en especial a los menores de diez años, tomarles la temperatura a diario, lavar sus manos de manera regular e implementar el uso obligatorio de cubrebocas.
Resaltó que, en uno de cada tres casos positivos, tenían otra enfermedad que complicó la recuperación, como asma, obesidad y diabetes, derivados de mala alimentación, falta de ejercicio y convivencia con fumadores.
VOLVER, UN GRAN RETO
Más allá del desafío que implica mantener la sana distancia entre niños y el uso permanente de cubrebocas, el principal reto que enfrentan las instituciones educativas es que los menores recuperen sus capacidades emocionales, afectivas y sociales, las cuales resultaron afectadas tras un año de clases virtuales.
De acuerdo con José Leopoldo Castro Fernández de Lara, coordinador de la Licenciatura en Psicología de la Universidad Iberoamericana Puebla, no se puede determinar de forma tajante si el regreso a clases representa un riesgo o no para los menores, pues, si bien los niños son quienes menos cuidan las medidas de sanidad, depende principalmente de factores como el contexto del infante, lo que le enseñaron en casa, y de cómo cada plantel educativo aplique las medidas.
Resaltó que es positivo que los niños vuelvan a las aulas, pero que los docentes, más que preocuparse por recuperar el año perdido en materia educativa, deben crear un ambiente en el que el niño no tema socializar y cumplir sus procesos afectivos.
Puntualizó que es necesario enseñar al niño a convivir de manera positiva con las medidas de salud y no bajo una dinámica de miedo a tocar o jugar con sus compañeros, puesto que los menores son sobrevivientes de una situación que está más allá de su comprensión.
Fuente: Crónica
