Ante los problemas económicos y de salud que enfrentan las familias por la pandemia del covid-19 en Puebla, más de ocho mil estudiantes de nivel medio superior y superior las instituciones consideradas como de bajo costo, dejaron sus estudios de forma momentánea o definitiva.

La Asociación de Universidades e Instituciones de Educación Media Superior y Superior (Auiemss) reportó que en la mayoría de los 62 planteles que forman parte de la organización, se reportó una baja de la matrícula de entre 17 y 30 por ciento en el semestre Otoño 2020.

En el caso de las inscripciones de estudiantes de nuevo ingreso para el ciclo escolar 2020-2021, los planteles de bajo costo registraron una reducción de casi 50 por ciento, pese a las diferentes facilidades y programas de becas de ofrecieron.

Las 62 instituciones que forman parte de la Auiemss contaban, al inicio del presente ciclo escolar, con poco más de 30 mil estudiantes; sin embargo, a lo largo del semestre se comenzaron a presentar las bajas temporales o definitivas.

Gustavo Santín Nieto, presiente de la Auiemss, explicó que la situación para las instituciones de educación media superior y superior es complicada y pese a que las colegiaturas rondan en los dos mil pesos por mes, las familias carecen de recursos.

“La situación es complicada porque en el inicio del semestre tuvimos una caída de 50 por ciento en los estudiantes de nuevo ingreso. Las familias tuvieron repercusiones en cuanto a ingresos”, apuntó.

Por su parte, Germán Molina Carrillo, director del Instituto de Ciencias Jurídicas de Puebla (ICI), explicó que, alrededor de ocho mil estudiantes, dejaron sus estudios, gran parte de manera momentánea, con el objetivo de que, para el próximo año, mejore la situación familiar y puedan regresar.

“No sabemos si la separación será momentánea o definitiva. La mayoría pidió permiso para no continuar sus estudios este semestre, con el objetivo de regresar y continuar sus estudios el próximo periodo. A gran parte de los estudiantes, no les gustó la idea de trabajar a distancia y prefieren esperarse a que las clases sean presenciales. Tenemos estudiantes con problemas de conexión o con sus equipos de cómputo”, apuntó.

Respecto a la situación que enfrentan las instituciones de educación superior de bajo costo, Molina Carrillo destacó que la mayoría está cerca o ya opera con números rojos ante la reducción de estudiantes y ante los gastos que tiene que realizar para dar continuidad a los cursos por la vía digital.

“A los costos para reforzar la seguridad, tenemos que aumentar todos los demás que estamos haciendo para preparar las instituciones para el regreso a clases. Será complicado el inicio del 2021 y buscaremos estar listos para regresar a clases presenciales cuando las autoridades lo determinen”, destacó.

Santín Nieto explicó que, por ahora, se aprecia lejana la posibilidad de regresar a clases presenciales para enero de 2021, ante el Semáforo Epidemiológico en color Naranja en que se encuentra la entidad.

“Nosotros vemos que la Secretaría de Educación Pública federal dice un día una cosa y a la siguiente semana la cambia. Nosotros estaremos atentos a lo que digan las autoridades, seguiremos en el siguiente ciclo escolar con clases a distancia”, apuntó Santín Nieto.

Ante las expectativas para el próximo año, Molina Carrillo resaltó que las instituciones de educación superior y media superior de carácter privado, enfrentan el reto de asumir cambios y prepararse para la llamada nueva realidad educativa.

“Debemos anticiparnos a una suspensión de larga duración, centrando los esfuerzos en asegurar la continuidad formativa y garantizar la equidad, generando mecanismos de monitoreo y apoyo eficiente. Además, es importante diseñar medidas pedagógicas para evaluar formativamente y generar mecanismos de apoyo al aprendizaje de los estudiantes”, apuntó.

Fuente: Milenio