Fallecieron 42 embarazadas del 1 de enero al 22 de noviembre del año en curso, diez de ellas por COVID-19, es decir el 23 por ciento del total, mientras que el resto por complicaciones durante y después del parto en la entidad, de acuerdo con la Secretaría de Salud Federal.
De acuerdo con los reportes de muertes maternas de la dependencia federal, perecieron 42 mujeres que estaban esperando un bebé, lo cual representa un incremento del 50 por ciento en comparación con las 28 defunciones que se dieron en ese mismo periodo del tiempo, pero del año pasado.
El informe colocó al estado en cuarto sitio a nivel nacional con más muertes maternas en lo que va del año, solo por arriba de Puebla se colocaron Estado de México con 103 reportes, Chiapas con 56 fallecimientos y Jalisco con 46 incidentes.
De acuerdo con estos datos de las 42 defunciones de mujeres embarazadas, 23 se dieron en un hospital de la Secretaría de Salud; siete perecieron por no tener atención médica; siete en nosocomios del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS); y cinco en hospitales privados.
En el caso de las muertes maternas por COVID-19, en primer lugar, se ubicó la Ciudad de México con 19 casos; seguido de Estado de México con 18 muertes; Tabasco con 13 casos; Baja California con 12; y Puebla junto con Nuevo León con diez.
A nivel nacional fallecieron 819 mujeres embarazadas de enero al 22 de noviembre, 172 de ellas fueron a causa de COVID-19, es decir el 21 por ciento de estas mujeres que esperaban un bebé murieron a causa del virus.
