A casi un año del conflicto entre empresa y municipio, por la falta de compromiso de pagos y adeudos de 120 millones de impuestos por parte de Cementos de México (Cemex), autoridades municipales de Cuautinchan decidieron cerrar los accesos a la planta como forma de presión.

Al lugar llegaron policías municipales que bloquearon la entrada a la planta cementera, misma que desde 1992, es decir, desde hace 28 años, debe licencias, permisos y cambio de uso de suelo al municipio.

El presidente municipal, Raúl Babines Pérez, señaló que la empresa apenas paga un predial de 9 mil 220 pesos al año por el uso de 850 hectáreas, cuando ya ocupa mil 400 hectáreas de su demarcación.

Fuentes cercanas a la empresa productora de cemento indicaron que les sorprende el actuar del alcalde Raúl Babines Pérez, ya que aseguran han cumplido con los acuerdos establecidos con las autoridades tanto del estado como con los municipios involucrados.