Google habría ocultado deliberadamente las opciones de privacidad de Android para que fuese más difícil evitar el rastreo de los usuarios.
Los documentos de una demanda en el estado de Arizona contra Google han sacado a la luz la oscura estrategia del gigante de Internet para recopilar la ubicación de teléfonos Android, incluso cuando los usuarios habían desactivado la localización.
Además, han revelado que la compañía ocultó deliberadamente algunos ajustes de privacidad para que fueran más difíciles de encontrar e incluso presionó a fabricantes como LG para que hicieran lo mismo en sus capas del sistema operativo.
Los documentos indican que Google utiliza una variedad de fuentes para detectar la ubicación del usuario como Wi-Fi y GPS. Además, aseguran que no hay forma de compartir la localización con una aplicación de terceros sin antes hacerlo con el gigante de Mountain View. Por si esto fuera poco, la compañía continuó recopilando datos de ubicación aún cuando los usuarios deshabilitaron la localización de una aplicación.
Según recoge Insider, Google probó facilitar el acceso a las configuraciones de privacidad en Android. Sin embargo, al detectar que los usuarios estaban sacándole partido para no ser rastreados decidieron esconderlas para solucionar «el problema». Es decir, para hacer algunos ajustes que antes estaban al alcance de la mano, tras la modificación, había que navegar por varios submenús. Incluso, la compañía presionó a LG y a otros fabricantes de teléfonos móviles para que ocultaran las mencionadas configuraciones.