Excélsior informa que el exjugador de la NFL Kellen Winslow II fue condenado a 14 años de prisión este miércoles por una serie de agresiones sexuales perpetradas contra cinco mujeres en el sur de California.
Winslow fue un ala cerrada para los Cleveland Browns, Tampa Bay Buccaneers, New York Jets, entre otros equipos, durante una carrera de 10 temporadas en la NFL entre 2004-2013.
El exjugador fue declarado culpable de violación, exposición indecente y otros delitos que involucraron a tres mujeres en un juicio en 2019.
El juez de la Corte Superior del condado de San Diego, Blaine Bowman, señaló el miércoles que Winslow había seleccionado cuidadosamente a sus víctimas, creyendo que no lo denunciarían o que sus dichos serían desestimados durante el juicio.
Ante las pruebas, el juicio "simplemente nos deja frente a alguien que solo se puede describir en dos palabras: depredador sexual. Y eso es lo que es Kellen Winslow II", ratificó Bowman.
Winslow, el hijo de 37 años del exmiembro del Salón de la Fama de los San Diego Chargers, Kellen Winslow, se declaró culpable de violación y agresión, con la idea de dejar atrás incidentes separados que involucraron a otras dos mujeres.
Un jurado también lo condenó por violar a una mujer sin hogar de 58 años en 2018 y exposición frente a una mujer que trabajaba en su jardín solo unas semanas después.
También fue condenado por exhibirse indecentemente frente a una mujer de 77 años en un gimnasio en la ciudad californiana de Carlsbad a principios de 2019.
Fue acusado de otra violación cometida en 2018 y de violar a una niña de 17 años en una fiesta en 2003.Un jurado no pudo llegar a un veredicto sobre esos cargos, pero Winslow luego se declaró culpable de ambos delitos el día en que debía comenzar su nuevo juicio.
Los abogados del violador argumentaron que había sufrido una "depresión profunda" causada por lesiones durante su carrera en la NFL, lo que sugiere que la enfermedad cerebral degenerativa encefalopatía traumática crónica (CTE) fue la responsable de su comportamiento.
Sin embargo, el juez Bowman desestimó los argumentos de la defensa y señaló que la primera de sus violaciones tuvo lugar en 2003, antes de que comenzara su carrera en la NFL.