El Banco de México (Banxico) estima, en su escenario central, que la economía crecerá por 6.2 ciento en 2021, una actualización al alza desde su pronóstico previo.
Y es que en mayo, cuando el país aún no se veía afectado por la tercera ola COVID, el escenario central planteado por el Banco Central era de 6 por ciento.
En su escenario más pesimista, el Banxico calcula que el ‘rebote’ de la economía será de 5.7 por ciento (en su informe anterior, el pronóstico era de 5 por ciento), mientras que el escenario más optimista vería una recuperación de 6.7 por ciento (era de 7 por ciento en el reporte previo).
El Banco Central detalló que la revisión del intervalo se hizo con base en un crecimiento mayor al anticipado del PIB de México durante el segundo trimestre.
“Además, ante el avance en el proceso de vacunación y un contexto de mayor movilidad y apertura de diversas actividades, principalmente en el sector servicios, se mantiene la expectativa de que la reactivación gradual de la actividad económica continúe en el segundo semestre del año y en 2022, apoyada tanto por la demanda interna, como externa”, agregó Banxico
La institución remarcó a pesar de esos factores, la incertidumbre sobre la recuperación de la economía se mantiene debido a disrupciones en las cadenas de suministro y el aumento de contagios de COVID-19.
La actualización se da en una situación de claroscuros para la economía: en los primeros seis meses del año, el PIB ligó dos avances trimestrales (0.8 por ciento entre enero y marzo y 1.5 por ciento entre abril y junio), de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Sin embargo, un ‘foco rojo’ apareció en junio: el Índice Global de la Actividad Económica, una especie de ‘PIB mensual’, cayó 0.9 por ciento, su primer retroceso desde mayo de 2020, cuando la economía del país se encontraba paralizada por el confinamiento decretado para reducir la propagación del COVID.
La clave con el IGAE es que da una idea del avance del PIB a corto plazo, por lo que el descenso puede apuntar hacia un escenario poco favorable: la desaceleración de la economía.
Alejandro Díaz de León, gobernador del banco central, argumentó que el ajuste al alza en la previsión de crecimiento fue principalmente por un dinamismo mayor al anticipado durante el segundo trimestre.
En el marco de la presentación del ‘Informe Trimestral’ correspondiente al periodo abril a junio, el funcionario agregó que el avance en la vacunación, que permite una mayor movilidad y apertura de diversas actividades, principalmente en el sector servicios, mantiene la expectativa de que la reactivación gradual de la actividad económica continúe en el segundo semestre del año y en 2022, apoyada por la demanda interna y externa.
Destacó que la masa salarial ya se encuentra en niveles superiores a los que tenía previo a la pandemia, y es soporte y motor al consumo. En contraste, la inversión aún se encuentra en niveles inferiores de antes de la pandemia.
No obstante, dijo que considerando la persistencia de algunas disrupciones en las cadenas globales de suministro y el reciente aumento en el número de contagios de Covid-19, se mantiene una elevada incertidumbre sobre el ritmo de recuperación. “Dada la incertidumbre que persiste alrededor de la dinámica prevista para la actividad económica, se considera que el crecimiento podría ubicarse entre 5.7 y 6.7 por ciento en 2021 y entre 2.0 y 4.0 por ciento en 2022”, señaló.
La subgobernadora Galia Borja indicó que el cuello de botella en el suministro de chips ha frenado la producción y ha aumentado los precios de los automóviles. La producción, especialmente la exportación automotriz, han sido afectadas por la falta de suministro de semiconductores.
Enrique Quintana señaló que la recuperación ya muestra señales de ‘agotamiento’ en sectores como el comercio minorista, relacionado con el consumo interno, uno de los ‘motores’ de la economía.
“Los ingresos reales del comercio minorista retrocedieron en 0.6 por ciento en junio respecto a mayo, de acuerdo con la información que el Inegi dio a conocer hace un par de días. Se trata de la tercera caída mensual en el primer semestre”, apuntó la semana pasada en su columna.
La situación se repite en otro de los pilares para la economía mexicana: las exportaciones. Avanzaron 15.2 por ciento en julio, una desaceleración con respecto a junio, cuando crecieron 29.1 por ciento. La ‘peor’ parte del freno se la llevaron las exportaciones automotrices (una caída de 9.7 por ciento), que representan casi un tercio de las exportaciones manufactureras de México.
Fuente: El Financiero