La COVID-19 llegó al mundo en 2020 y orilló a los gobiernos a imponer cierres y restricciones, parciales y totales, en diversos sectores de la economía. De los 4.9 millones de micro, pequeñas y medianas empresas reportadas en México durante 2019, sobrevivieron al impacto de la pandemia 3.9 millones y cerraron sus puertas definitivamente un millón 010 mil 857 establecimientos.
El Estudio sobre la Demografía de los Negocios (EDN) 2020, elaborado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), estimó que hasta septiembre del año pasado se registró una reducción de 8.1 por ciento en el total de empresas reportadas en los Censos Económicos de mayo de 2019.
El 79.2 por ciento de unidades económicas que existen en el país lograron sobrevivir a los impactos del nuevo coronavirus que también dejaron al país con una caída histórica del PIB de 8.5 por ciento anual y más de dos millones 549 mil personas desocupadas, 607 mil más que en 2019, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE). En tanto, la población ocupada que tiene la necesidad de ofertar más tiempo aumentó en 3.8 millones, al pasar de 4.3 a 8.1 millones en el periodo referido.
Pese a los datos económicos negativos, lograron nacer 619 mil 443 establecimientos, equivalente al 12.8 por ciento de la población de negocios del país y tienen, en promedio, dos personas ocupadas, en tanto que los establecimientos que cerraron durante 2020 tenían en 2018 un promedio de tres personas empleadas.
Los datos del Estudio demostraron que en el 46.2 por ciento de los establecimientos que sobrevivieron a la pandemia las personas empleadas contaban con estudios de primaria y secundaria; en el 24.7 por ciento tenían estudios superiores y de posgrado, conforme a lo reportado en 2018.
Del 20.8 por ciento de establecimientos que murieron en 2020, el 5.6 por ciento pertenecían al sector formal en 2018. El 25.9 por ciento de los que lograron sobrevivir a la COVID-19 están registrados como formales.
Entre los más de un millón de establecimientos informales que cerraron definitivamente, el 10 por ciento se dedicaba a los servicios privados no financieros y el 9.5 por ciento al comercio.
La mayor proporción de muertes de establecimientos formales ocurrió en Quintana Roo y Campeche con el 28.9 y 24.9 por ciento, respectivamente. Las entidades que registraron más muertes de establecimientos informales fueron Baja California Sur (con el 34 por ciento) y Quintana Roo (33.6).
“El Estudio encontró que la mayor disminución de personal se dio en abril y mayo de 2020, tanto en el ámbito formal como el informal, con una disminución de 23 y 27 personas ocupadas, respectivamente”, explicó el Inegi.
El Inegi observó que el 10.6 por ciento de los establecimientos que sobrevivieron a la COVID-19 tenían acceso al financiamiento en 2018, sólo el 10 por ciento de los establecimientos “muertos” lo reportó así en ese mismo año.
Fuente: Sinembargo