El dirigente estatal del PRI, Javier Casique Zárate, emitió el siguiente comunicado en respuesta al desplegado publicado por ex presidentes y militantes del partido para exigir renovación del liderazgo local y para pronunciarse contra el gobierno de coalición al que el tricolor se sumaría bajo la administración de la hoy gobernadora electa de Puebla, Martha Erika Alonso Hidalgo:
Las elecciones anteriores sin duda fueron una de las más competidas en la historia de nuestro partido. Los niveles de participación observados nos dan un ejemplo claro de lo que es capaz la sociedad cuando se decide a actuar.
Durante muchos años el PRI se constituyó como el partido hegemónico. Ejercimos el poder a plenitud y tuvimos una participación fundamental en la construcción de las instituciones y del estado de derecho del que hoy gozamos. El desgaste y la pérdida del poder fue el costo que tuvimos que pagar.
Como priistas y en un espíritu propositivo, debemos aceptar que en el pasado se cometieron errores que hoy nos colocaron como la tercera fuerza política en la entidad y parte del país. Asumir que la derrota anterior se gestó en este momento sería erróneo. El partido ha sido durante muchos años generoso con cada uno de los que hoy tenemos la oportunidad de representarlo.
Se ha iniciado un proceso de reforma donde la Presidenta Claudia Ruiz Massieu ha visitado diversas entidades para escuchar la voz de los priistas, no sólo de los líderes, sino de la base, la fuerza que nos mantiene de pie y ello con el único interés de lograr la inclusión y cohesión que contribuya a la reconfiguración del partido.
Particularmente en Puebla se sostuvo un dialogo abierto, franco, crítico y propositivo donde se expusieron toda la gama de corrientes de opinión sobre el rumbo y destino de nuestro Partido.
El sentimiento partidista se alimenta desde la unidad y el compañerismo, desde el dialogo y la tolerancia. El CDE, siempre ha mantenido las puertas abiertas, se busca ante todo la inclusión de los militantes. En el PRI todos somos iguales, no existen militantes de primera ni de segunda.
Todas las opiniones y propuestas siempre serán bien recibidas, pues es a través del intercambio de ideas como se construirá nuevamente un partido ganador.
Desde la dirigencia del CDE, hemos sido reiterativos al señalar nuestra plena confianza en las instituciones electorales y sus resolutivos. Existen opiniones que se realizan a título personal y como hemos señalado, de esas también somos respetuosos.
En el PRI de Puebla trabajaremos permanentemente en la defensa de los intereses de los poblanos y en mantener la confianza de casi 600 mil votantes que nos respaldan.
Creemos en los gobiernos de pluralidad y en el consenso que debe existir con las diversas corrientes políticas. De eso se nutre la democracia.
El tema de un gobierno de coalición, va más allá de intereses particulares o de grupo. Merece una amplia reflexión y por el momento no está en nuestra agenda partidista, será desde el seno del Comité Ejecutivo Nacional donde se tomen las acciones pertinentes.
Es obligación del partido mantenerse abierto y dispuesto a trabajar desde cualquier trinchera. Los priistas somos hombres y mujeres con visión de Estado, esa es nuestra principal cualidad. Por ello vamos a ser partícipes de los grandes debates que habrá en las distintas cámaras, porque es nuestra responsabilidad, ahora como oposición, contribuir como lo hemos hecho siempre, a la grandeza de México. Nunca hemos sido mezquinos en este aspecto.
Las renovaciones de las dirigencias seguramente se realizarán en tiempo y forma como lo expresan nuestros documentos básicos. Consideramos que la problemática por la que atraviesa el Revolucionario Institucional, va más allá de los nombramientos. Cada uno debemos de reflexionar en torno al PRI que hemos ayudado a construir, porque este PRI que hoy no vive su mejor momento, es el resultado de las acciones que cada uno ha hecho o dejado de hacer.
La congruencia y la unidad son los dos cimientos desde los cuales habrá de resurgir nuestro partido, de lo contrario cualquier esfuerzo será estéril. Los espacios de dialogo están abiertos, listos para ser escuchados y contar con la participación de quienes así lo demanden bajo el estricto principio de sensatez, conscientes de que la suma de esfuerzos nos ayudará a lograr el gran cambio que deseamos.