El Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) exhorta a las y los diputados federales para que en las manifestaciones que realicen en el ejercicio de sus funciones, eviten reproducir prejuicios y estereotipos negativos como los que se produjeron en la Cámara de Diputados durante la aprobación del Presupuesto de Egresos de la Federación 2018.
Lo anterior en virtud de que el grito de “eeeeh, puto” es expresión de desprecio, de rechazo y no es descripción ni expresión neutra; es una calificación negativa que estigmatiza pues homologa la condición homosexual con cobardía.
El sentido con el que se da este grito colectivo en los estadios no es inocuo; refleja la homofobia, el machismo y la misoginia que privan aún en nuestra sociedad. Por eso resulta doblemente gravoso que este grito homofóbico se traslade del estadio al Congreso de la Unión, espacio público por excelencia de un sistema democrático que, por tanto, está llamado a guardar la máxima aspiración incluyente.
El Conapred reitera lo señalado por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) relativo a que “las violaciones al derecho a la no discriminación por el ejercicio de la libertad de expresión no pueden ser abordadas de la misma manera cuando se trata de personas servidoras públicas que de particulares”.
Las limitaciones al derecho a la libertad de expresión deben ser mayores para las personas servidoras públicas, pues tienen la obligación de no aumentar la vulnerabilidad de los grupos o personas que se encuentran en situación de discriminación.
Cabe destacar que la CIDH, en su reciente Informe sobre Violencia Contra Personas LGBTI, manifestó su preocupación por la afirmación y utilización de estereotipos negativos y discriminatorios sobre dicho colectivo, lo cual resulta aún más preocupante cuando quienes los utilizan son personas servidoras públicas, y aún es más grave cuando lo hacen las y los legisladores federales.