Un mexicano entró a la lista de finalistas que buscaban el Premio Nobel de la Paz. Y aunque no hizo historia llevándose el galardón para México, sí se convirtió en el primer jalisciense en llegar tan lejos en la competencia por el prestigiado premio.

Se trata de Juan Manuel Estrada, presidente de la Fundación FIND, especializada en casos de niñas y niños desaparecidos por disputas familiares, redes de trata de personas o células del crimen organizado. Su nombre forma parte de las 330 candidaturas oficiales que aprobó el Comité Noruego del Nobel y de donde salieron los ganadores de este año.

Su labor es especialmente valiosa en un país donde, según datos del Registro Nacional de Datos de Personas Extraviadas o Desaparecidas, cada día desaparecen cuatro niñas, niños y adolescentes y asesinan a 3.6 diariamente.

Juan Manuel Estrada ha sido un destacado activista por los derechos humanos en Jalisco desde hace varias décadas. Su trabajo ha incluido desde la dignificación de niños en situación de calle hasta el rescate de víctimas de pornografía infantil. Pero su labor tuvo eco a nivel nacional en 2014, cuando el presidente Enrique Peña Nieto le otorgó el Premio Nacional de Derechos Humanos, una distinción que han tenido otras personas como Alejandro Solalinde y Rodolfo Stavenhagen.

El máximo galardón que ofrece el país a un defensor de derechos humanos era un pendiente para Juan Manuel Estrada, quien en 2013 había obtenido una mención honorífica en la misma ceremonia "perdiendo" ante Las Patronas, el grupo de mujeres veracruzanas que alimentan a los migrantes indocumentados cada vez que pasan cerca de sus casas a bordo de un tren que los conduce a Estados Unidos.

Esta vez, el Premio Nobel de la Paz otorgado al médico congoleño Denis Mukwege y la activista iraquí y sobreviviente del Estado Islámico Nadia Murad por "sus esfuerzos para terminar con el uso de la violencia sexual como arma de guerra y en conflictos armados" según ha informado el Comité Nobel Noruego.

Fuente: Huffpost