La Arquidiócesis de México aseguró que los señalamientos al cardenal Norberto Rivera han sido hechos a la ligera, descartó algún encubrimiento y aclaró que el 26 de julio rindió su declaración ante la Agencia del Ministerio Público.
Ello, indicó, luego de la denuncia que interpusieron en su contra los exsacerdotes Alberto Athié y José Barba por un supuesto encubrimiento de 15 sacerdotes pederastas.
Señaló que la denuncia interpuesta ante la Procuraduría General de la República (PGR) por ambos sacerdotes fue en el sentido de que Rivera Carrera no dio aviso puntual de esos casos a la autoridad ministerial.
En su página oficial, el Arzobispado destacó que dicha acusación se realizó "con toda ligereza", toda vez que el cardenal informó a la autoridad ministerial desde que tuvo conocimiento, por voz de algunos de sus vicarios episcopales, de la probable comisión de seis hechos presuntamente delictuosos, a quienes instruyó a dar parte a las autoridades correspondientes de manera inmediata.
Resaltó que esa instrucción "se llevó a cabo, como consta en las copias que exhibió, y con lo cual quedó demostrado que no incurrió en el delito de encubrimiento".
La Arquidiócesis recordó que a partir de la entrada en vigor del Artículo 12 Bis de la Ley de Asociaciones Religiosas, el 19 de agosto de 2010, se obliga a los ministros de culto y a sus representantes a informar a la autoridad correspondiente sobre la probable comisión de delitos.
Detalló que, según consta en los documentos presentados ante la agente del Ministerio Público, la primera denuncia fue interpuesta ante la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) por el obispo auxiliar de la V Vicaría Episcopal, Jorge Estrada Solórzano, el 12 de abril de 2014.
La segunda querella fue presentada por el obispo auxiliar de la III Vicaría, Adolfo Miguel Castaño Fonseca, el 14 de noviembre de 2016, y la tercera fue interpuesta ante la Procuraduría General de Justicia del Estado de México por Diana Alejandra Pérez Rodríguez, en su calidad de Apoderada Legal de la Arquidiócesis, el 15 de febrero de 2017.
La cuarta denuncia fue presentada ante la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México por Alberto Antonio Zapata Verástegui, en su calidad de Apoderado Legal de la Arquidiócesis, el 27 de febrero de 2017; y las quinta y sexta ante la misma procuraduría por el obispo auxiliar de la VI Vicaría, Crispín Ojeda, el 25 de mayo y el 16 de junio de 2017, respectivamente.
"El cardenal Norberto Rivera Carrera explicó que los otros nueve casos fueron anteriores a la vigencia de la citada ley, sólo uno tuvo que ver con el delito de pederastia, y el acusado está siendo enjuiciado penalmente por la información que la Arquidiócesis proporcionó a la autoridad ministerial", explicó la curia.
Relató que los otros ocho casos fueron por conductas sancionadas por la Ley Canónica como defraudación financiera, maltrato a un adulto, revelación del secreto de confesión y otros que fueron hechos del conocimiento de las autoridades eclesiásticas.
Expuso que, a pregunta expresa de la agente del Ministerio Público, Norberto Rivera reconoció como suya la declaración que se publicó en un medio de comunicación el 19 de diciembre de 2016.
Aclaró sin embargo "que al tratarse de una entrevista improvisada le faltó precisar que no todos los casos mencionados tenían que ver con el delito de pederastia, como malintencionadamente señalaron los exsacerdotes Alberto Athié y José Barba".
Asimismo, el arzobispo primado dijo que respecto a los casos que se hicieron del conocimiento de las autoridades civiles corresponde sólo a éstas darles seguimiento, y de los que las autoridades eclesiásticas conocieron se concluyó con la suspensión del ejercicio del ministerio sacerdotal.
Ello debido a que en estos casos la sentencia eclesiástica la da el Papa, y se da a conocer a través de la Congregación para la Doctrina de la Fe.