El boicot a la Guelaguetza que preparó la Sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) finalmente fracasó, pues a pesar de los bloqueos en inmediaciones del Cerro del Fortín y la retención de autobuses del transporte público, la fiesta se realizó con un auditorio lleno.
En contraparte, la Guelaguetza magisterial que se realizó de manera simultánea en el estadio del Instituto Tecnológico de Oaxaca provocó burlas en las redes sociales, debido a que el lugar lució semivacío.
Uno de los mensajes decía: “Todo parece indicar que el boicot a la #Guelaguetza fue todo un éxito… pero a la magisterial”. Y también se subieron memes en los que se leía: “la Sección 22 no es Oaxaca y la Sección 22 no representa a los oaxaqueños”.
Las instalaciones en el Cerro del Fortín se llenaron al tope –con algunos acarreos de organizaciones priistas– pero escaseó la “guelaguetza” (el ofrecimiento de productos regionales a los visitantes) y se regresó a la olvidada pleitesía hacia la clase gobernante.
La rotonda de la azucena, donde se realiza la fiesta, se convirtió en un búnker rodeado de cientos de policías estatales y elementos de la Agencia Estatal de Investigaciones (AEI) e incluso del Ejército Mexicano, quienes impidieron la llegada de los maestros que intentaban abortar las dos presentaciones del primer Lunes del Cerro.
Desde las 6 de la mañana un reducido grupo de mentores bloqueó el crucero del Monumento a la Madre para impedir el paso al Cerro del Fortín y luego retuvo alrededor de diez autobuses, cinco de los cuales intentaron pasar el primer filtro que instaló la policía antimotines, pero no lograron su cometido.
Posteriormente, cerca de las 10 horas, cerraron los accesos al cerro por la calle de Crespo y el Fortincito, aunque eso no afectó porque a las 8:30 horas el auditorio ya se había llenado con algunos acarreados.
Lo que sí tuvo afectaciones fue la circulación al estadio del Tecnológico donde se realizó la Guelaguetza Magisterial, que estuvo muy lejos de llenar las instalaciones.
A las 10 de la mañana de este lunes arrancó sin problemas la Guelaguetza en el Cerro del Fortín, con la presentación de la diosa Centéotl.
Enseguida se presentó el convite y el jarabe del valle con las Chinas Oaxaqueñas. Le siguieron los Sones y Jarabes de Tlaxiaco, y el canto y folclor de Juchitán de Zaragoza, delegación que había sido vetada, pero mediante presiones se logró que fuera incluida en esta edición de la Guelaguetza, aunque no respetaron del todo su tradición.
Después se presentaron el jarabe de San Felipe Usila; los mixes –los jamás conquistados de Santa María Tlahuitoltepec; los sones mazatecos de Huautla de Jiménez; la danza de los rubios de Santiago Juxtlahuaca, y también desde la región del Istmo de Tehuantepec llegaron representantes de Santiago Niltepec con sus fiestas en honor a Santiago Apóstol.
En el escenario del Cerro del Fortín hicieron su aparición los herederos zapotecos con su Danza de la Pluma. Le siguieron el candor y sabor de los sones y chilenas de San Pedro Pochutla. Minutos antes de la una de la tarde hizo su aparición la delegación de San Juan Bautista Tuxtepec, de la Cuenca del Papaloapan, con Flor de Piña, que provocó la admiración de los presentes por su magistral ejecución.
La Villa de Mitla con su fiesta llegó, como pueblo mágico, con el Jarabe del Valle y su Boda Mitleña. Le siguieron el jarabe ejuteco con Ejutla de Crespo. La delegación que generó algarabía fue San Pablo Macuiltianguis con el torito serrano, y finalmente se presentó Putla Villa de Guerrero con su tradicional carnaval.