El consorcio IE Nova afina una inversión de 120 millones de dólares para abrir la primera terminal de almacenaje y reparto de gasolinas en Puebla, reveló Lorenzo Meyer Falcón, director general de la Comisión Reguladora de Energía (CRE).

Aunque no precisó la fecha del arranque de operaciones sostuvo que  tendrá una capacidad de almacenaje de 1 millón 300 mil barriles y que compartirá su ubicación con la Ciudad de México.

Al concluir su participación en el Tercer Foro Internacional de Energía en México, llevado a cabo en esta ciudad, estimó que el almacenamiento de hidrocarburos en el país es uno de los nichos de negocio para privados con mayores oportunidades que ofrece la reforma energética.

En su ponencia donde ofertó diversas formas de esquema de mercado, citó que a la fecha existen 12 permisos de almacenamiento otorgado y habría al menos ocho proyectos anunciados, la inversión esperada de 890 millones de dólares.

Este nuevo esquema, dijo, se da con el fin de atraer a “mayor número de jugadores en franca competencia a la paraestatal Pemex”.

Al dictar la conferencia “Oportunidades de Inversión en el Sector Energético” en la FIEM 2018, señaló a la  compañía mexicana del sector energético como la primera en construir una terminal de almacenamiento de gasolinas y diésel en la entidad y convertirse en la segunda empresa después de Pemex, que ofrezca venta de combustibles a las estaciones de servicio.

La operación de una terminal de este tipo también ofrecerá suministro de combustibles a gasolineras locales o incluso regionales y mejorar el abastecimiento de estos productos en todo el estado.

Meyer Falcón aseguró que gasolineros de Puebla tendrán nuevas alternativas de suministro de combustibles en la región.

Además el director de la CRE precisó que a la par se han otorgado permisos de transporte de petrolíferos por medios distintos a ducto, como los ferrocarriles alternativa más segura, pues hasta la fecha no se han registrado en todo el país robos en traslado por el carguero, resultando más económico, pues aunque es seis veces más caro, la movilización por pipas es 14 veces más costoso.