Dejar que el combate el acoso callejero se dirima sólo en materia penal, dejará inconclusa la resolución del problema de fondo y, por el contrario, generará en los acusados un alto grado de resentimiento hacia las políticas públicas, apuntó Mayra Ortiz Ocaña, integrante del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM.
En Puebla se tiene en status de trámite en el Congreso local la iniciativa que propone tipificar el acoso sexual callejero y plantea sus respectivas sanciones. Sin embargo “si sólo se sigue penalizando ese tipo de conductas, la conciencia de que esa acción está mal no llegará en ningún momento”, dijo la especialista en Derechos Humanos.
De paso por la entidad poblana, Mayra Ortiz urgió acciones y programas que visibilicen y generen conciencia sobre la problemática, en particular desde los primeros años de educación escolar. En este sentido destacó que las campañas deben empoderar al sector femenino y no fomentar el estereotipo de que la mujer es un ser indefenso.
“Lo importante siempre será orientar a las personas de por qué estas acciones son violentas contra las mujeres, (pues) para la mayoría de la gente no se puede entender que esto es un problema porque está normalizado y que a las mujeres se les piropea, incluso se les toca”.
En la iniciativa presentada en octubre pasado por el grupo legislativo Nueva Alianza -como parte de las medidas a fin de contrarrestar la violencia de género-, se plantea que al responsable del delito de acoso sexual se le imponga de uno a tres años de prisión y multa de 50 a 300 días de salario. Aunque se especifica que habrá un aumento si la víctima es menor de edad.