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Domingo, 04 Noviembre 2018 20:42

Por qué todo mundo muere por ir a la Comic-Con de San Diego

Por  Staff Puebla On Line/Foto: Agencia Enfoque

 

Comic-Con de San Diego. Ese nombre evoca, en los fans más acérrimos de cómics, series y películas de aventuras, acción, ciencia ficción, superhéroes, fantasía y terror, un paraíso para los geeks, para los frikis, un lugar donde poder dar rienda suelta a sus obsesiones sin que nadie les juzgue ni les considere bichos raros. Ir allí, al Nerdvana, es el sueño de muchos fans no sólo en Estados Unidos sino, muy especialmente, de fuera del país.

Esos fans dedicarían sin problemas sus vacaciones de verano a irse cinco días de julio a estar encerrados en el Centro de Convenciones de San Diego viendo presentaciones de las nuevas películas de Marvel, escuchando anécdotas del reparto de 'The Walking Dead' o paseando por los stands de editoriales y tiendas de cómics, empresas de juguetes o de videojuegos. Por la Comic-Con pasan cada año unos 130.000 visitantes, y sólo ese dato ya da una idea de lo enorme que es el evento. Y la aventura en sí misma que puede ser organizar un viaje allí.

¿Qué es Comic-Con?

Nacida en 1970 como una manera de facilitar el encuentro entre fans y autores de cómics, la San Diego Comic-Con International (SDCC) se ha convertido en uno de los eventos promocionales más codiciados por los estudios de Hollywood. Desde que 'Star Wars' fue la primera película en presentarse allí a sus potenciales fans, en 1977, hasta los megaeventos ante casi 7.000 espectadores de Marvel para promocionar las películas de los Vengadores, con Tom Hiddleston disfrazado de Loki y todo, han pasado muchas cosas que han convertido a SDCC en lo que es hoy.

En 1980, sólo diez años después de su primera edición, Comic-Con ya concregaba a 5.000 asistentes, una cifra que explotó en la década de los 2000. En 2001, San Diego ya recibía más de 50.000 visitantes que iban a su centro de convenciones durante el fin de semana de SDCC, y la barrera de los 100.000 se superó en 2005. En esa década fue cuando la convención empezó a estar cada vez más dominada por los grandes blockbusters de Hollywood, empezando por 'X-Men' (2000).

Probablemente, el punto de mayor saturación llegó en 2009, cuando la saga de películas de 'Crepúsculo' convirtió en misión imposible conseguir entrar en las mesas redondas del Hall H, la sala más grande del evento, y aunque, desde entonces, algunos estudios hayan preferido reservarse sus grandes anuncios para sus propios eventos con los fans (como hace Disney con D23 o Star Wars Celebration), las series de televisión han ocupado rápidamente el lugar de las películas más esperadas, y el número de asistentes no hace más que crecer y crecer.

Lo que es ahora SDCC, y la experiencia de ir, se recogió en un documental dirigido en 2012 por Morgan Spurlock, 'Comic-Con Episode IV: A fan's hope', en el que contaba con declaraciones de verdaderos veteranos de la convención, como Kevin Smith y Joss Whedon, y recogía las experiencias en aquella edición del dueño de una tienda de cómics, un par de aspirantes a dibujantes profesionales, una cosplayer, y dos fans para mostrar la panorámica más amplia posible de lo que es ir a San Diego a mediados-finales de julio.

Taylah González fue, en octubre de 2014, a la Comic-Con de Nueva York, el evento hermano de SDCC en la costa este, y otro que ha crecido también exponencialmente en los últimos años (en 2015 recibió nada menos que a 167.000 personas). El resumen de su experiencia allí, que contó en el ya extinto blog Frikarte, la dejó con esta sensación:

"Lo que más me sorprendió fue lo increíblemente cómoda que me sentí casi de inmediato, a pesar de que suelo sentir ansiedad cuando me encuentro tan rodeada de gente. Hay un buen ambiente increíble y te sientes muy en casa. La energía de los paneles es como la de estar en un concierto multiplicada por diez".

¿Y cómo voy a Comic-Con?

Me dan igual las colas, las multitudes, el calor... Yo quiero ir a la Comic-Con de San Diego. ¿Pero cómo lo hago? Pues tienes que empezar a preparar tu viaje casi con un año de antelación. 

Las entradas

Para ir a Comic-Con hay que comprar lo que ellos llaman badges, unas acreditaciones que se cuelgan del cuello y que hay que comprar a través de la web del evento. Las entradas se ponen a la venta varios meses antes(las acreditaciones de prensa, por ejemplo, se solicitan a principios de diciembre) y hay que registrarse primero en la web, y tener una Comic-Con Member ID. Una vez la tenemos, ya podemos elegir para qué días queremos comprar entradas, o si queremos gastarnos 245 dólares para todos los días.

Comic-Con arranca el miércoles por la noche con la preview night, en la que se proyectan los episodios piloto de algunas series nuevas de la próxima temporada, y el jueves ya da comienzo su programación habitual de paneles y encuentros con repartos de series, directores de películas, guionistas de cómics, etc. Las entradas para cada día cuestan 55 dólares(excepto miércoles y domingo, que cuestan 40), y hay descuentos para niños menores de 12 años, personas mayores de 60 años y personal del ejército de Estados Unidos. Las badges se envían por correo a sus compradores, excepto si viven fuera del país. En ese caso, tienen que recogerlas en el Centro de Convenciones.

Todos los años, el proceso de reserva de hoteles en San Diego para Comic-Con es recibido por los asistentes con el "cariñoso" apodo de Hotelpocalypse. Algunos veteranos de la convención han llegado a echar cuentas y han calculado que, si todos los hoteles de la ciudad asociados al evento pusieran a disposición de SDCC todas sus habitaciones, habría libres casi 19.500. Pero con una media de más de 130.000 visitantes, se comprende que la búsqueda de alojamiento sea toda una aventura.

Comic-Con intenta poner un poco de cordura en esto asignando, aleatoriamente, habitaciones en los hoteles colaboradores a los compradores de entradas que envíen un formulario vía web durante un periodo de tiempo determinado en abril. Pero eso sigue dejando a miles de asistentes buscando alojamientos en una ciudad con algo menos de un millón y medio de habitantes. De ahí lo de Hotelpocalypse.

Cómo ir

Si ya se está en Estados Unidos durante el mes de julio, las opciones de transporte hasta San Diego son más sencillas. Se utiliza bastante el tren desde Los Ángeles, que tarda un poco menos de tres horas, y que puede ser también una opción para los visitantes extranjeros. Como nosotros estamos basados en España, hemos hecho la búsqueda de vuelos desde los aeropuertos de Madrid y Barcelona, sólo para hacernos una idea de lo que se tardaría, y lo que costaría, el avión hasta San Diego.

En ambos casos, los precios (comprobados a fecha de 21 de abril) superan los 1.100 dólares y es necesario hacer una escala, ya sea en Washington DC, Toronto o Newark. Si volamos desde Ciudad de México, por ejemplo, la escala sería en Los Ángeles y el precio estaría un poco por encima de 200 dólares.

Lo que más visibilidad mediática acaba teniendo de Comic-Con son los paneles con las estrellas de Hollywood y de las series de moda, que han dejado grandes momentos, pero en la convención hay muchos más eventos. Sólo con las mesas redondas y sesiones organizadas alrededor del mundo de los cómics (incluyendo tutoriales sobre guión o autopublicación) podrían escribirse enciclopedias enteras.

Las editoriales y las compañías de juguetes suelen sacar ediciones especiales de muñecos, cómics o pósters para SDCC, se organizan competiciones de cosplay de un nivel bastante alto y se aprovecha la convención para entregar los premios Eisner de la industria del cómic. Es decir, que si te cansas de hacer cola para entrar en algunas de las sesiones de cine o televisión, hay bastantes actividades donde elegir. Y también se han popularizado otros eventos paralelos, como Nerd HQ, organizado por el actor Zachary Levi, y en el que hay conversaciones un poco más íntimas con algunos de los famosos que van a SDCC.

Para los frikis, como si dijéramos, cada vez hay más opciones de reunirse con otros fans y de ver a algunos de sus ídolos de cerca. Comic-Con tiene ediciones en Londres y en España, y asociada a ella existe también Wondercon , en Anaheim (California). Otros eventos como Dragoncon (Atlanta), Emerald City Con (Seattle) o la Fan Expo Canada (Toronto) han ido ganando también notoriedad y popularidad con los últimos años, pero la cita de San Diego sigue siendo la más cotizada. Aunque haya alcanzado las mismas dimensiones que los próximos taquillazos de Marvel y Warner/DC.

Fuente: Magnet

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