AutoCosmos informa que es impresionante como cada día que pasa, la competencia entre los SUVs se pone más cerrada. Si bien, la oferta de modelos es mayor entre las marcas de volumen, es un hecho que el mayor crecimiento en ventas lo podemos ver entre las firmas de lujo,. No obstante que esta rivalidad está dominada por Audi, BMW y Mercedes-Benz, las firmas premium japonesas también alzan la mano con productos que cierran la brecha contra el dominio germano.
Una de las marcas niponas que está tratando de ponerse verdaderamente a la par de las tres compañías germanas es Acura, que está entrando en una nueva generación al renovarse por completo. Ya sea en diseño, confort, conducción, tecnología y seguridad, la firma de lujo de Honda Motor Company está dejando de lado esa fama de crear modelos sobrios al desarrollar vehículos netamente deportivos.
Nueva generación
Para esta nueva era, Acura decidió que lo mejor era comenzar con su SUV más popular: el RDX. Por medio de una serie de innovaciones en todos los elementos que conforman un vehículo, este modelo que tiene como principales rivales al X3, Q5 y GLC ha sido rehecho desde cero, y al decir desde cero quiere decir que para esta nueva generación de este modelo no sólo estrena diseño exterior e interior, sino también chasis.
Al obtener un nuevo bastidor, esta vez el RDX mejora la experiencia de conducción gracias a que la estructura es más rígida - más del 50 por ciento de acero de alta resistencia- y con una distancia entre ejes 6.5 centímetros más larga que su predecesor. Con sólo esto, el SUV también permite que el espacio interior sea más cómodo en el andar y en la habitabilidad, principalmente para los pasajeros de la fila posterior y en la zona de carga que recibe más volumen.
Más equipo
Pero bueno, además de ser más espaciosa, la cabina recibe una fuerte dosis de innovación y tecnología. En esta ocasión, el interior del Acura está enfocado en ofrecer la mayor ergonomía y equipamiento posible, por medio de un tablero completamente reformado, una pantalla táctil de 10.2 pulgadas, unos asientos de cubo forrados de cuero y un cuadro de instrumentos más moderno que su antecesor.
Eso si debemos mencionar que esta evolución le permite superarse asimismo, más no a sus rivales directos que contienen clusters más vanguardistas y un display con mejor resolución. A esto también hay que sumar que la operación no es touch sino por medio de un pad que permite operar las funciones de manera directa y no como un cursor.
Aquellos que busquen un interior totalmente deportivo, la versión A-Spec sube el tono con asientos deportivos forrados en cuero negro y gamuza, decoraciones de aluminio, paletas de cambio chapadas en metal, distintivos A-Spec y cuadro de instrumentos en color plata satinada con lecturas nocturnas iluminadas en rojo.
100% Deportivo
Continuando con esta versión, por fuera es posible distiguirla por los rines en color negro de 20 pulgadas, una fascia delantera rediseñada y acentos de color negro brillante para la parrilla delantera, faros, estribos laterales y luces traseras. Igualmente, adopta doble salida de escape de gran diámetro y un difusor.
Sin importar la versión, la carrocería del RDX destaca por tener un porte más emotivo desde el ángulo que se le mire. Obviamente que lo que más atrae es el frontal dominado por la parrilla y los faros con siete elementos de luz LED. A esto hay que sumar las tomas de aire inspiradas en el NSX que alimentan el aire, los trazos laterales que acentúan las salpicaderas y la nueva imagen los grupos ópticos posteriores.
Experiencia de conducción
Como lo mencionamos párrafos arriba, la experiencia de manejo de esta nueva generación del RDX es superior por medio del nuevo chasis, así como por la adopción de un pequeño pero enérgico motor turbo de cuatro cilindros. Una vez más queda comprobado que la sobrealimentación de un bloque tiene enormes beneficios. En el caso del 2.0 litros que adopta este SUV, ofrece más torque y casi le mismo poder que el V6 equipado en la generación anterior -279 hp vs 261 y 252 lb-pie vs 281 lb-pie. Además esta superioridad, la capacidad de aceleración es mayor, ya que el par está disponible entre 1,600 a 4,500 rpm y no hasta las 4,900 rpm como sucedía antes.
Para sacar el mejor provecho, el cuatro cilindros del RDX 2019 va acompañado de una transmisión automática de 10 velocidades, que si bien no es doble embrague permite cambios de marcha rápidos e ininterrumpidos, tanto en modo automático como por medio de las paletas de cambio montadas en el volante.
Lo anterior es complementado por la adopción de un sistema con cuatro modos de manejo -Confort, Nieve, Sport y Sport+- y de la tracción integral Super Handling All-Wheel Drive (SH-AWD), que además de enviar poder a las cuatro ruedas, empela un vector de par dinámico para agudizar la respuesta de manejo y brindar un rendimiento optimo en todas las condiciones meteorológicas y del camino. En cifras, la tercera generación de sistema puede enviar el 70 por ciento del torque a las ruedas traseras, y hasta el 100 por ciento a la rueda trasera derecha o trasera o izquierda, creando un control y una agilidad superior.
Seguridad total
Como ya se ha hecho una costumbre en Acura, de serie el RDX equipa el paquete de seguridad AcuraWatch y tecnologías de asistencia al conductor, incluido el sistema de frenado automático con advertencia de colisión frontal, advertencia de abandono del carril y asistencia de mantenimiento de carril.
En conclusión
Luego de leer todo lo anterior, nos podemos dar cuenta que este RDX 2019 está dispuesto a poner más interesante la rivalidad entre los SUVs de lujo, sobretodo porque Acura se propuso a imponer la palabra mejor en cada componente del vehículo. Asimismo, este modelo es una gran opción, ya que ofrece un equipamiento superior por lo que vale, sobretodo cuando comparamos los precios de sus rivales alemanes.