El Partido Revolucionario Institucional (PRI) pretende frenar una desbandada y evitar una fractura por medio de sanciones, suspensiones y expulsiones que no tienen sentido ni fundamentos, lo cual en lugar de ayudar va a acelerar este proceso inevitable.

Así lo declaró José Alarcón Hernández, ex presidente estatal del PRI, ante su expulsión del partido tricolor, la cual fue anunciada el pasado miércoles 26 de abril en el pleno de la Comisión Nacional de Justicia Partidaria del PRI, junto con la suspensión de los derechos de diputado federal Alejandro Armenta Mier.

Alarcón Hernández comentó que es una lástima que el PRI este tomando esta actitud en lugar de sumar gente al partido y de mantener una unidad, ya que el partido podría dominar las siguientes elecciones pero con estas acciones no se llegará a ningún lado.

Indicó que a pesar de esta situación se mantiene tranquilo y no está preocupado, debido a que su conciencia está tranquila no como la de otros miembros del partido que tienen cargos de conciencia por haber vendido candidaturas.

Por otro lado, no descartó que el proceso de expulsión en su contra sea la manera de cobrarle el apoyo que dio a Tony Gali Fayad, ex candidato de la alianza Sigamos Adelante a la gubernatura.

Explicó que no se afiliará a ningún partido y no se postulará para ningún cargo, además de que espera que la situación del partido mejore porque se vienen tiempos difíciles para todo el país donde se necesitará más unidad que otros valores.