Doce días después de perder la elección y convertirse en la peor candidata del PRI a la gubernatura de Puebla en la historia, Blanca Alcalá Ruiz reapareció este viernes en público, pero sin reconocer su derrota por más de 11 puntos frente al ex alcalde Tony Gali Fayad.
La senadora con licencia salió de su escondite -en el que permaneció desde la tarde noche del pasado 5 de junio- y acudió a una reunión privada con dirigentes y militantes del PRI que se llevó a cabo en el hotel Posada Señorial de San Andrés Cholula; sin embargo, despectiva, rechazó hacer declaraciones a los representantes de los medios de comunicación ahí presentes.
Blanca Alcalá, quien nunca aclaró los señalamientos de corrupción que se expusieron durante su campaña, estuvo acompañada por varios de quienes propiciaron su estrepitosa derrota, como el todavía dirigente estatal del PRI, Jorge Estefan Chidiac; el delegado del CEN, Rogelio Cerda, y la secretaria general del partido, Rocío García Olmedo, entre otros.
No fueron convocados el subsecretario de la Sedatu, Juan Carlos Lastiri, y el delegado del IMSS, Enrique Doger, quienes Alcalá ha señalado a través de su coordinador de campaña, Alejandro "Mechacorta" Armenta, como "traidores" y "simuladores", aunque sin atreverse a mencionarlos por su nombre.
La última declaración de Alcalá se dio la tarde noche del 5 de junio, cuando afirmó que las tendencias le "favorecían".
A diferencia de los candidatos del PRI que perdieron su elección en otras entidades, la senadora con licencia aún no ha reconocido su derrota, aunque esta se dio por más de 11 puntos según el cómputo final del Instituto Electoral del Estado (IEE).