Pese a que las encuestas de salida señalan que Tony Gali ganó por una diferencia de entre 11 y 13 puntos la elección por la gubernatura de Puebla, la candidata del PRI-PVEM y PES, Blanca Alcalá Ruiz, rechazó reconocer su derrota.
En rueda de prensa, la senadora con licencia dijo incluso estar "observando una tendencia favorable, por lo que desde aquí he pedido a todos los responsables y representantes de mi partido en las casillas que se mantengan hasta que se cuente el último voto.".
Alcalá acusó que una "grotesca y descarada" intromisión del gobierno del estado en la elección y advirtió que esperará el cómputo final para que sea el órgano electoral competente -al que ella y su equipo descalificaron durante toda la campaña- el que pueda dar el resultado final.
"Dejo en manos de mi partido la responsabilidad de que interponga antes las instancias correspondientes las denuncias por violaciones a la ley en que hayan incurrido nuestros adversarios.", estableció la candidata priísta.
Blanca Alcalá no mostró encuestas de salida que le otorguen la "tendencia favorable" que dijo tener.