El Instituto Nacional Electoral (INE) presentó el Observatorio Electoral 2.0, mediante el cual monitoreará los mensajes en Twitter y Facebook que difundan los candidatos de Puebla, Veracruz, Chihuahua, Zacatecas y a la Asamblea Constituyente de la Ciudad de México.
El investigador Julio Téllez, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), opinó que “el buen uso de las tecnologías sí en definitiva puede decidir las elecciones. El uso inadecuado también podrían decidir, o en su caso propiciar que se anulen elecciones”.
De tal suerte que sería conveniente tener reglas claras de qué se puede hacer y qué no se puede hacer en materia político-electoral, destacó durante una rueda de prensa celebrada en la sede del INE.
Los políticos pueden optar por una presencia discreta en las redes sociales o bien constituirse como pioneros en las herramientas telemáticas que utilizan frente al elector, sin olvidar que un aspecto es la libertad de expresión y otra la transgresión de la norma electoral.
“Sí a la libertad de expresión, pero no a la transgresión del uso inadecuado de estas tecnologías en distintos ámbitos como es el político-electoral”, abundó el también coordinador del proyecto.
Téllez Valdés expuso que al no estar reguladas por la ley electoral, las redes sociales podrían ser utilizadas para llamar al voto el mismo día de la jornada comicial e incluso para que se sufrague por algún partido político en especial.
Recordó que durante el proceso electoral 2015 varios actores, conductores y deportistas llamaron a votar por el Partido Verde Ecologista de México (PVEM); ellos fueron exonerados por la Sala Regional Especializada del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF).
“Hay partidos y candidatos que utilizan tecnologías para transgredir la veda electoral. No estoy de acuerdo con la decisión del Tribunal porque dejó la vía abierta para que el domingo 5 de junio cualquiera pueda incitar a votar por un partido o candidato”, argumentó.
En su opinión, el INE podría llamar a los partidos a suscribir un pacto de civilidad para que se respete la veda electoral, aun cuando la ley no establezca regulación alguna, porque aunado a la violación de la norma están también las llamada “campañas negras” y “campañas sucias”.
Julio Téllez comentó que las denominadas “campañas de tierra” están pasando de moda frente a las nuevas tecnologías que han ganado terreno, y hay lugares donde “con una presencia virtual puedes hacer no uno, sino varios recorridos durante el corto periodo de campaña”.
A su vez el consejero electoral Marco Antonio Baños informó que el costo de este ejercicio es de 600 mil pesos y se pretende aplicarlo durante los comicios federales de 2018.
Baños Martínez resaltó que el Instituto Nacional Electoral, a través de los sistemas de fiscalización con los que cuenta, recaba información respecto al costo que pudiera significar a los partidos y los candidatos el manejo de redes sociales.
Es decir “si hay contrataciones que hagan respecto de este punto. Ese dinero evidentemente ingresa a las cuentas de los partidos políticos, pero el costo concreto de la administración en redes es objeto de fiscalización por parte del INE”, concluyó.
El Observatorio Electoral 2.0 es un proyecto netamente académico, imparcial e incluyente que surgió en el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, a partir el interés de varios estudiosos en materias de Derecho Electoral y Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) de llevar a cabo una profunda investigación sobre los efectos de las campañas políticas que no son reguladas por la ley.