Este domingo, el dirigente nacional del PRI, Manlio Fabio Beltrones, tomó protesta a Blanca Alcalá Ruiz como candidata a la minigubernatura de Puebla en una asamblea a la que asistieron 16 mil 400 delegados del partido. A diferencia del domingo pasado, cuando presumió al ex gobernador Mario Marín -con quien incluso se sacó fotos en su acto de registro como precandidata ante el PRI-, esta vez Blanca Alcalá no incluyó al “góber precioso” entre sus invitados. Fue una de las notorias ausencias en el evento llevado a cabo en el Centro Mexicano de Capacitación, ubicado en la Recta a Cholula. En esencia, la senadora con licencia expulsó a Marín de su campaña, para evitar que el desprestigio del ex mandatario la siga arrastrando y enlodando.

En ese marco, Beltrones hizo un llamado a sacar al morenovallismo de Casa Puebla y aseguró que Puebla tendrá una gobernadora.

En su mensaje a los priístas poblanos, Blanca Alcalá aseguró que urge un gobierno que no siembre temor entre la sociedad.

Se comprometió a terminar con la impunidad y a regresar el Registro Civil a las juntas auxiliares.

La senadora con licencia aseguró que Puebla está endeudado por los PPS y que persisten la pobreza y la falta de empleos.

La unción oficial de Blanca Alcalá tuvo lugar en medio de una crisis interna en el equipo de la candidata, pues su discurso se filtró a los medios de comunicación horas antes de que lo pronunciara; su supuesto coordinador de campaña, Alejandro Armenta, hizo berrinche y le renunció, o al menos eso trascendió sin que desde la campaña del PRI se aclarara formal y oficialmente lo sucedido; y se trató de corregir el error de haberse sacado la foto con el ex gobernador Mario Marín, des invitándolo al evento de este domingo, lo que evidenció la urgencia de deslindarse del desprestigiado jefe de la llamada “Corriente Marinista”.