Los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) reconocieron la labor de sus colegas Olga Sánchez Cordero y Juan Silva Meza, quienes concluyeron su gestión en este órgano jurídico. A Sánchez Cordero se le recuerda por haber sido cómplice de Mario Marín, ex gobernador de Puebla, en el caso de abuso de poder contra la periodista Lydia Cacho; su voto fue decisivo para exonerar al “góber precioso” y para que no se le sancionara por parte del máximo tribunal del país.
En noviembre de 2007, por seis votos a favor, los diez ministros de la SCJN acordaron desestimar el dictamen elaborado por el ministro Juan N. Silva Meza, al considerar que no hubo violación grave a los derechos individuales de la autora del libro “Los demonios del Edén”, que puso al descubierto las redes entre la política y los grupos de pederastas.
Aquella vez, sorpresivamente, Olga Sánchez Cordero, junto con la también ministra Margarita Luna Ramos, cambió su dictamen, cuando dos días anteriores a la votación ambas se habían manifestado de manera diametralmente opuesta y habían respaldado las investigaciones realizadas por Silva Meza contra Mario Marín.
La actuación de Sánchez Cordero fue considerada como una traición. Se especuló, incluso, con que obedeció a intereses políticos (en concreto, un acuerdo entre el PRI de Manlio Fabio Beltrones y Emilio Gamboa con el presidente Felipe Calderón) para limpiar así la reputación del conocido como “góber precioso”, el cual nunca fue castigado y pudo terminar su sexenio.
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Pero este lunes, ante los plenos de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), del Consejo de la Judicatura Federal (CJF) y del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), se realizó la ceremonia de conclusión de encargo de los ministros Olga Sánchez Cordero y Juan Silva Meza.
En la ceremonia, el ministro Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, en representación del pleno de los juristas del máximo tribunal del país señaló que los ministros que hoy se retiran “desde sus sitiales, casi contiguos, votaron una y otra vez a lo largo de casi 21 años, por hacer de nuestro país un lugar más libre y más igualitario”.
Agregó que los ministros “codo con codo, se ganaron un lugar privilegiado en la historia contemporánea de este máximo tribunal y de nuestro país”.
Zaldívar Lelo de Larrea aseveró que la presencia y el papel de ambos colegas “fue esencial en la consolidación del máximo tribunal como un Tribunal autónomo e independiente; como árbitro en los conflictos político-constitucionales y como Tribunal Constitucional, cuya función primordial es la defensa, el desarrollo y la garantía de los derechos humanos”.
Asimismo, expresó a Sánchez Cordero y Silva Meza que hoy se retiran, “hoy que entregan la estafeta a una generación del todo nueva de ministros, les decimos que no tengan duda de que esta Suprema Corte sabrá honrar su legado y seguirá sirviendo al pueblo de México”.
Con respecto a la ministra Sánchez Cordero, dijo que es un ícono en la lucha por la reivindicación de los derechos de las mujeres y “su trayectoria y su jurisprudencia han abierto brecha para otras mujeres, en el camino aún inacabado hacia la igualdad entre el hombre y la mujer”.
El ministro Silva Meza, apuntó, deja una huella que perdurará por siempre, debido a su compromiso inquebrantable con los derechos humanos, que lo llevó a ser uno de los ministros más consistentes en su defensa y uno de los presidentes del máximo tribunal más persistentes en su promoción.
En el evento estuvieron presentes, entre otros Humberto Castillejos Cervantes, consejero jurídico de la Presidencia de la República; Manlio Fabio Beltrones, presidente del Comité Ejecutivo Nacional del PRI y el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera Espinosa.