Ante las versiones que han circulado en medios de comunicación y redes sociales, sobre las supuestas investigaciones que lleva a cabo la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) a un periodista se aclara que es totalmente falso.
Asimismo, las aseveraciones en torno al subsecretario de Inteligencia, Marco Antonio Aguilar Trejo, al parecer son producto de personas actualmente ajenas a las dependencia.
Por lo anterior, se iniciarán las indagatorias correspondientes, para dar con el origen y probable responsable de la información, que carece de toda veracidad y que no corresponde a documentos generados por la dependencia.
La SSP niega tajantemente que realice investigaciones a trabajadores de medios de comunicación y reafirma su compromiso irrestricto con la libertad de expresión.
Reprueban amenazas
La Red Puebla de Periodistas reprobó las amenazas que ha recibido el reportero Gerardo Ruiz, quien de manera anónima recibió por correo electrónico una ficha de su vida y sus actividades presuntamente elaborada por la Secretaría de Seguridad Pública.
"Recibió, indirectamente, la notificación de que está bajo vigilancia policial luego de que le fuera filtrada información sobre un alto mando policial", alertó dicha organización en una carta abierta dirigida al gobernador Antonio Gali Fayad.
En grupo, conformado por periodistas, asegura que más allá de que la filtración sea cierta en su totalidad –pues se incluyen señalamientos de corrupción sobre jefes policiacos— en lo que no hay duda es en la vigilancia de la que fue objeto.
"En el mail se adjuntaron fotografías del reportero y su familia, así como datos personales que revelan un trabajo de rastreó y seguimiento", acusó el grupo de periodistas.
El mensaje, advirtió la organización, no lo sólo es para Gerardo, sino para cualquier periodista: “te estamos vigilando”.
"Y es un mensaje que busca infundir temor, y el temor ya se sabe lleva muchas veces al silencio. Y con el silencio quien pierde es la sociedad, pues se vulnera su derecho a la información y su derecho a saber", denunció.
Se exigió a las autoridades locales y federales a que atiendan el caso de Gerardo y activen los protocolos de seguridad para él y su familia, y se investigue a los mandos policiacos señalados en el mail anónimo y/o a los posibles responsables de espiar y vigilar al reportero poblano, informa El Universal.