Si bien la generación de empleos para adolescentes en los municipios con más robo de hidrocarburos es un primer paso para desalentar su integración a bandas delincuenciales, esta medida puede encontrar limitantes en la propia ley, por ello la principal atención debe recaer en la educación, así lo consideró Juliana Vivar Vera, catedrática del Departamento de Derecho, Ciencia Política y Relaciones Internacionales del Tec de Monterrey (ITESM), Campus Puebla.
Existe incongruencia en las modificaciones a las normas, pues a pesar de que actualmente la ley para adolescentes ha variado en sentido positivo para este sector, lo cierto es que no van acorde a las medidas preventivas, de ahí que las condiciones que los orillan a delinquir -como la falta de oportunidades- siguen siendo las mismas, agregó.
“Los empleos son una parte de la solución, pero no lo es totalmente, porque también está la limitante de la Ley Federal del Trabajo (…), entonces la educación es lo que el gobierno tendría que atender en primer lugar, de manera alterna con el trabajo”.
Dijo que los empleos en la delincuencia organizada han incrementado por la misma expansión de las organizaciones delictivas, las cuales aprovechan que las leyes son menos duras para los adolescentes para contratarlos. “La solución no es endurecerlas, sino atender a la juventud”, insistió.
Hace unos días, el gobierno del estado dio a conocer que enviará brigadas de atención ciudadana y proyectos de empleo temporal a los municipios del llamado “Triángulo Rojo”, donde se ha reportado la contratación de menores de edad que sirven como vigías en el robo de combustible.