El Cristo, un connotado notario público, una donación familiar y una declaración patrimonial amañada.
Estos son los elementos que componen un nuevo apéndice en la compleja estrategia con la que José Juan Espinosa Torres y su esposa, la ex delegada federal Nancy de la Sierra Arámburo, habrían ocultado una propiedad más a la fortuna de 54 millones de pesos que poseen.
Se trata de una lujosa residencia de la que se ha especulado años atrás y de la que se han escrito ríos de tinta: la casa de El Cristo, en Atlixco, que tiene un valor comercial aproximado de seis millones 580 mil pesos.
El cálculo fue obtenido con base en un voluminoso expediente que documenta paso a paso la estrategia del matrimonio para ocultar la valía de la propiedad, y al que 24 Horas Puebla tuvo acceso.
En su más reciente declaración patrimonial, presentada a finales de 2016, el alcalde de San Pedro Cholula dijo que esta propiedad fue producto de una donación hecha a su esposa. Y lo ha dicho desde el 24 de marzo de 2015, fecha en que ofreció una conferencia de prensa para “dejar en claro” que la lujosa residencia era sólo un regalo.
“El edil dejó en claro que la casa habitación de 380 metros cuadrados de construcción en 695 metros cuadrados de terreno en Atlixco –y de la que se ha hecho mención en algunos medios de comunicación– pertenece a su esposa, y que es producto de una donación familiar en 2005”, consignó Diario Cambio aquel día, menos de tres meses antes de que De la Sierra Arámburo perdiera en las urnas la diputación federal por el distrito de Teziutlán bajo las siglas del PRI.
Pero la afirmación que sostuvo Espinosa Torres a los medios echa por tierra completamente la declaración patrimonial que su esposa presentó en 2007, siendo diputada local.
Convenios de sangre
10 de septiembre de 2007. Ese fue el día en que, por 600 mil pesos, Nancy de la Sierra Arámburo adquirió la vivienda en el exclusivo fraccionamiento El Cristo, de acuerdo con un oficio que presentó al Congreso del estado y que se encuentra reunido en el voluminoso expediente al que accedió esta casa editorial.
En el documento, la entonces presidenta de la Comisión de Equidad y Género especifica que la construcción es una casa-habitación ubicada en la calle Paseo del Cristo.
Nueve meses más tarde, con el aval del notario Fabián Gerardo Lara Said, la priista habría simulado que fue su madre, Lilia de la Sierra Arámburo, quien le vendió la propiedad por 520 mil pesos.
El contrato de compraventa –cuya copia está en la investigación– fue signado el 24 de junio de 2008 y borra, de un solo plumazo, el valor real de la propiedad ubicada en el fraccionamiento residencial, pues omiten declarar que en el terreno se encuentra una vivienda y realizan la operación con valor catastral.
Hoy en día, agrega el expediente, los impuestos por el inmueble se pagan como terreno baldío.
¿Qué llevaría al connotado fedatario que encabeza la Notaría Pública 19 a participar en el convenio? La sangre.
Fabián Gerardo Lara Said es –indica el expediente– familiar de Oscar de la Sierra Said: suegro de José Juan Espinosa Torres y, sí, padre de Nancy de la Sierra Arámburo.
La donación
Poco antes de que José Juan Espinosa Torres presentara su declaración patrimonial y la de su esposa, la residencia de El Cristo sufrió una remodelación que costó al menos tres millones de pesos, estima la investigación donde se reúnen fotografías del antes y el después de la propiedad.
En total –indica– la construcción tiene un valor de tres millones 800 mil pesos que, sumado al valor comercial del terreno, representa un costo total de seis millones 580 mil pesos.
Nada de esto figura en la declaración 3de3 que Espinosa Torres presentó en marzo de 2015 ante los medios y que prevalece en su más reciente listado de bienes, disponible en el portal web del Ayuntamiento de San Pedro Cholula.
De hecho, el alcalde cholulteca indica en el listado de bienes de su esposa que la residencia fue una “donación”.
Un obsequio familiar envuelto por un connotado notario público, un compendio de convenios de compra-venta y, nuevamente, una declaración patrimonial amañada.
Fuente: http://24horaspuebla.com/