El estado de Puebla obtuvo un puntaje de 48 en la escala 0-100 en el Indicador Aregional de Calidad del Empleo (IACE), lo que lo colocó en el puesto número 24 a nivel nacional con la calidad más alta en los empleos ofertados para los habitantes de la entidad.

De acuerdo a la consultoría financiera Aregional, el Indicador de Calidad de Empleo mide la capacidad que tienen los estados para generar empleos de calidad y está basado en nueve factores, entre los que destacan: La tasa de crecimiento de la población ocupada; el número de trabajadores asegurados respecto a la población ocupada y la proporción de la población que labora en micro, pequeñas y medianas empresas.

Los primeros lugares los obtuvo Ciudad de México con un puntaje de 76, seguido de Nuevo León con 74 puntos, Baja California Sur con 65.1 reactivos, Querétaro con 64.9 y en quinto puesto se ubicó Chihuahua con calificación de 64.8.

Estas entidades recibieron esas calificaciones, debido a la importante proporción de trabajadores que tienen acceso a seguridad social, de ocupados con nivel de instrucción media superior y superior y a la prevalencia de remuneraciones superiores al promedio nacional.

Por el contrario, los trabajadores de Michoacán que obtuvieron 10.3 puntos, Hidalgo con un puntaje de 19.8, Guerrero con 19.9, Oaxaca con 30 reactivos y Chiapas con una calificación de 35 puntos, se ubicaron en los últimos lugares.

Estos estados, enfrentan entornos laborales con altos niveles de informalidad y bajas remuneraciones, asociados a rezagos en productividad, que son de los factores que limitan la competitividad laboral del país a nivel mundial.

Aregional destacó que los bajos niveles de competitividad que tiene el país en la generación de empleo de calidad también se asocian a la baja capacidad que tienen los empleadores para otorgar seguridad social a sus trabajadores.

De igual manera indicó que es urgente que los tres niveles de gobierno generen incentivos que impulsen la innovación tecnológica y social en las entidades federativas, así mismo, es impostergable impulsar la productividad en todos los sectores productivos.

Así como también proporcionar más capacitación para la mano de obra en oficios y promover mayores incentivos fiscales para que las empresas puedan otorgar seguridad social a sus trabajadores y un plan de carrera.