El crimen organizado emplea a menores de edad para vigilar las operaciones de distribución de droga en las escuelas ubicadas en la colonia Tres Cerritos de la capital, afirmó el presidente de la Unión de Padres de Familia (UNPF) en Puebla, Leobardo Espejel Rentería.

El problema de la drogadicción entre los estudiantes se ha mantenido de una forma alarmante, incluso ahora alcanza a alumnos de los últimos grados de primaria, agregó en entrevista.

“(En la colonia Tres Cerritos) Hay chicos que de 12 años (de edad) ya les sirve (al crimen organizado) para ‘halcones’”, al poco tiempo éstos mismos se convierten en distribuidores de droga en los plantes de la zona, dijo.

Apuntó que en las colonias de la periferia de la capital se presenta más este fenómeno, con actos delincuenciales de los alumnos consumidores como forma de conseguir recursos para comprar estupefacientes.

“A estas alturas (ya se presenta) desde los niveles altos de primaria, los embarazos como la drogadicción, se asienta en la secundaria y para la preparatoria ya es un problema grave” incluso motivo importante en la descensión escolar.

Si bien Leobardo Espejel dijo que el problema con las drogas se presenta en todos los estratos sociales, consideró que los alumnos de las escuelas oficiales son más vulnerables porque en su mayoría tienen más limitaciones económicas para encontrar espacios que llenen sus vacíos.

“En las escuelas donde se puede pagar una colegiaturas tiene otras opciones de actividades (…). El problema de las drogas surge de la desatención de los padres de familia, hay que acompañarlos en la vida a los hijos para que estos llenen los espacios vacíos con malos hábitos”, puntualizó.