Aunque las opiniones están divididas entre peatones y personal de comercios establecidos del centro histórico de la capital, existe una tendencia a avalar las acciones de la autoridad municipal que ha implementado para impedir que vendedores ambulantes se vuelvan a instalar en el primer cuadro de la ciudad.
Consultados por esta casa editorial bajo el acuerdo de reservar sus nombres, personas que atienden los establecimientos coincidieron en que sectores de comerciantes ambulantes se coluden con delincuentes para atracar a transeúntes.
"Una misma a veces les dice a los clientes que tengan cuidado, si van con dinero a la vista o llevan muchas alhajas les decimos que mejor las escondan porque por esta zona sí les llegan a asaltar", confió la encargada de un negocio de ropa ubicado a un costado de Plaza La Victoria.
A dos cuadras de distancia, el responsable de una mueblería apoyó la versión al asegurar que ambulantes protegen a quienes delinquen y los ayudan a obstaculizar a los peatones para facilitar los atracos.
Otros más, aunque reconocieron el beneficio que podría representar el desalojo de los vendedores no establecidos, separaron a quienes "sólo buscan llevar el sustento a sus casas y no es justo que no los dejen trabajar".
BANQUETAS LIBRES
Sobre las calles del centro de Puebla la fluidez peatonal es evidente. Quienes antes se desplazaban entre puestos de chácharas, ropa y comida, ahora se deslizan sobre banquetas libres de cajas, rejas y hasta anafres calientes.
En su andar, eso sí, eluden conjuntos de policías ubicados en diferentes zonas, además de pequeños grupos de tres o cuatro personas que se asoman de los establecimientos y cuchichean sobre el operativo instalado desde la madrugada del lunes.
Algunos de los transeúntes refuerzan la teoría de que a menor número de vendedores ambulantes la seguridad es mayor. Aún más, el desplazamiento es favorable para personas de la tercera edad y con alguna discapacidad, confió una clienta frecuente a las farmacias de la zona que acompaña a su madre de setenta años.
El escenario descrito y alabado por varios peatones contrastó con la manifestación de cientos de integrantes de Antorcha Campesina, que por la mañana de este martes con su marcha bloqueó la Avenida Reforma para llegar a Palacio Municipal y exigir la reinstalación de sus vendedores ambulantes, con la advertencia de plantarse en el zócalo si no cumplen su demanda.