El presidente Enrique Peña Nieto ofreció “optimismo, pragmatismo y defensa de la soberanía” en el nuevo capítulo de la relación entre México y Estados Unidos, ante empresarios de todo el mundo reunidos en Puebla en la 14a. edición de la Cumbre de Negocios.

Con la presencia del gobernador de Puebla Rafael Moreno Valle y el organizador del encuentro, Miguel Alemán Valdéz, Peña Nieto dijo que el escenario que se abre con el triunfo de Donald Trump en las elecciones de Estados Unidos genera incertidumbre, pero “tenemos que convertir este reto en oportunidad, con gran confianza en nosotros mismo y con unidad nacional”.

Para ello, afirmó que el gobierno federal mantendrá el dialogo con la nueva administración norteamericana, “alentados por tres valores centrales:

“Optimismo; en que la palabra y la razón son sin duda el mejor medio para la convivencia entre personas y naciones. Habremos de trabajar con enorme pragmatismo, para abordar lo que es útil y conveniente para México y para toda Norteamérica y siempre en defensa de principios básicos que no son negociables, como nuestra soberanía, el interés nacional y la protección de nuestros connacionales”.

Optimismo

Entre las ventajas de México, el mandatario federal destacó la aprobación del paquete presupuestal, que contó con el consenso de todas las fuerzas políticas; el nuevo plan de negocios de Pemex que antepone la rentabilidad como principal objetivo; la apertura de la Ronda 2 para la explotación de yacimientos y la entrada de red compartida 4G, para ampliar la cobertura en el país.

En la educación, mencionó que cada vez más maestros acceden a la evaluación educativa, como en Chiapas donde presentaron sus pruebas el 95% de los convocados.

En la construcción de carreteras, puso como ejemplo ampliación de la autopista México-Puebla y el viaducto elevado de la angelópolis.

Además, la la pertura de Toyota colocará a México como el séptimo fabricante de autos, hay niveles históricos bajos de la inflación, la suya es la administración con más creación de empleos con 2 millones 510 mil nuevos puestos de trabajo, el triple de los creados en primeros cuatro años de la administración calderonista.

El presidente también ofreció un ambiente de certidumbre macroeconómica; autonomía cambiaria y sistema bancario robusto; la continuación de las reformas estructurales y la aplicación del Estado de Derecho.