En una ceremonia donde abundaron las sonrisas y las lágrimas de felicidad, 87 familias de migrantes del estado de Puebla se reunieron en Nueva York con sus papás, a quienes vieron por última vez hace al menos una década, cuando emigraron a Estados Unidos.
En un evento en el palacio municipal del condado de Brooklyn, la reunión multitudinaria congregó no sólo a quienes esperaban a sus padres, sino a las nuevas familias de los migrantes compuestas por cónyuges, hijos y hasta nietos.
La reunión fue posible mediante el programa Raíces de Puebla, un esfuerzo del gobierno de esta entidad de México para reunificar con sus progenitores a poblanos que hubieran radicado al menos desde 2005 en los estados de Nueva York, Nueva Jersey o Connecticut.
La otra condición es que su calidad migratoria, sin documentos, no les permita a los poblanos viajar a México a visitar a sus padres, un drama que viven millones de mexicanos en Estados Unidos. Las familias, así, sólo se escuchan por teléfono y se ven por las pantallas de computadoras.
De acuerdo con Patricia Ruiz Navarro, directora de la representación del estado de Puebla en Nueva York y Nueva Jersey, llamada Mi Casa es Puebla, la intención es fortalecer el sentido de pertenencia de las comunidades de migrantes poblanos con su entidad originaria.
La iniciativa apunta además a subrayar “el lado humano de la migración, más allá de medirlo con las remesas de los mexicanos en Estados Unidos, así como a brindar apoyo y reconocimiento al esfuerzo de los migrantes poblanos”, explicó Ruiz al presentar el programa.