Vecinos del fraccionamiento Paseo del Roble, en Coronango, denunciaron que continúa la fuga de petróleo registrada desde el pasado 18 de julio, cuando una toma clandestina en un ducto de Petróleos Mexicanos (Pemex) provocó la fuga de petróleo, cuyo chorro alcanzó una altura de aproximadamente 30 metros.
Desde entonces, las lluvias ya formaron una laguna negra que desprende un fuerte y penetrante olor que ocasiona mareos, además de la grasa que escurre en los alrededores con las precipitaciones de los últimos días.
Aunque Pemex informó que solucionó la fuga, la paraestatal incumplió con la limpieza total del sitio y permitió que los desechos se esparcieran en un campo baldío, aledaño a la autopista Puebla-Tlaxcala.