Blanca Alcalá Ruiz reapareció este miércoles en un acto de su partido, el PRI, a dos meses de su derrota como candidata al gobierno del estado de Puebla, misma que sigue sin reconocer públicamente.
La senadora se presentó en el taller "Perspectiva de Género" organizado por el Organismo Nacional de Mujeres Priistas, en el que, fiel a su discurso sin contenido, enfatizó el papel del sector femenil en la política.
Alcalá Ruiz fue exhibida como una política corrupta durante la campaña por la disputa por Casa Puebla, señalamientos documentados que tampoco ha aclarado a los poblanos, en especial la adquisición de una residencia millonaria en el fraccionamiento La Misión de San Andrés Cholula, que omitió en su declaración patrimonial.
La tarde-noche del pasado 5 de junio, el día de la elección, Blanca Alcalá compareció ante los medios de comunicación para asegurar que, según sus cuentas, los números la favorecían; ello a pesar de que diversas casas encuestadoras ya anticipaban el holgado triunfo del candidato del PAN-PANAL-PT-PSI-PCP, Tony Gali Fayad.
A la fecha, la senadora no ha aceptado su estrepitosa derrota -por 12 puntos de diferencia-, y ha evadido en todo momento a los medios de comunicación que la buscan cuestionar sobre el origen de la fortuna que ha acumulado al amparo del poder.
Hace unos días, en forma totalmente discrecional, la ex alcaldesa de Puebla se incorporó al Senado de la República, donde seguirá cobrando los más de 236 mil pesos de dieta mensual que perciben los legisladores de la Cámara Alta, más bonos y otros beneficios económicos.
Al perder la elección por la gubernatura de Puebla, Alcalá Ruiz recibió el nombramiento de "líder moral" del PRI poblano, una etiqueta que sólo ha causado risas incluso entre los propios priístas.