Después de 21 años de no saber uno del otro, hace unos días Steve por fin se reencontró con su madre en San Diego California, Estados Unidos. A pesar de que el tiempo y las circunstancias los separaron, el primer abrazo entre madre e hijo, culminó más de dos décadas de incertidumbre.
A principios del mes de mayo la Fiscalía General del Estado de Puebla a través de la Dirección General de la Agencia Estatal de Investigación recibió una solicitud de colaboración del Departamento de Justicia de San Diego California, para contactar al joven identificado como Steve Hernández Mancia, de quien se tenía conocimiento, radicaba en el municipio de Zacapoaxtla con familiares.
De acuerdo con un detective estadounidense, Steve podría tener parentesco con María Mancia, una mujer que radica en aquel país y que solicitó apoyo para buscar a su hijo que no veía desde hace 21años. Para determinar lo anterior, el investigador requirió una muestra de ADN que sería cotejada con la de su posible progenitora.
SEPARADO DE SU MADRE
Steve radicaba en Estados Unidos con sus padres, ellos tuvieron una fuerte discusión familiar y su progenitor decidió sin dar aviso, traer a su hijo a México cuando apenas contaba con 1 año de edad.
María Mancia madre de Steve, al no tener conocimiento llegó a su domicilio por la tarde encontrando todo en desorden; en primera instancia consideró que se trataba de un robo, sin embargo, lo descartó al darse cuenta de que lo único sustraído en su domicilio era a su hijo y papeles de él, incluyendo un ultrasonido con el que podía ser identificado. En ese momento, María acudió al departamento de Justicia de California con la finalidad de dar con el paradero de su hijo, no obstante, al paso de los años la esperanza de verlo se desvanecía. Lo único con lo que María contaba de Steve, era una fotografía muy antigua y borrosa.
COINCIDENCIA DE ADN
Marcial Pérez, agente estatal de Investigación, fue designado por la Fiscalía de Puebla para ser el vínculo entre Steve y autoridades de California. Con la finalidad de tener la certeza de que se trababa del hijo de María, se requería cotejar pruebas de ADN.
Ante la colaboración con Estados Unidos, a la Fiscalía de Puebla llegó un kit especial sellado, embalado y etiquetado en todas y cada una de sus partes, que contenía material especial para la toma y recolección de la muestra de ADN de tipo bucal.
El lunes 9 de mayo Steve acudió a la institución, fue conducido al Instituto de Ciencias Forenses, donde una perito en materia de genética le explicó detalladamente la diligencia y procedió a la toma de muestra.
La prueba fue remitida al departamento de Justicia de California. Al realizar el análisis de la misma y compararla con la muestra que también se le practicó a María en aquel país, se obtuvo que el ADN de ambos era coincidente.
EL REENCUENTRO, DESPUES DE 21 AÑOS
Los investigadores de California se comunicaron con Steve y con María para darles la buena noticia, para ambos era difícil procesar la noticia. Steve abandonó territorio mexicano el jueves pasado, madre e hijo finalmente se volvieron a reunir. Actualmente viven juntos en California después de 21 años de ausencia.