MILENIO informa que para evitar que curas falsos engañen a la población, los más de 400 sacerdotes de la arquidiócesis de Puebla cuentan con credencial y los fieles pueden solicitar en cualquier momento, que sea presentada para verificar la autenticidad de los religiosos.
Así lo explicó el arzobispo de Puebla, Víctor Sánchez Espinosa, quien llamó a la Secretaría de Gobernación (Segob) federal a implementar las acciones correspondientes para evitar que Ramón González Martínez, siga usurpando funciones haciéndose pasar por sacerdote sin contar con la documentación correspondiente.
Ante el caso del falso cura que se hace llamar “Padre Moncho” o “Monchito” y quien encabezó al menos, una primera comunión, un matrimonio y bautizó a un menor de edad en la capilla de Nuestra Señora de Juquila, ubicada en la colonia Héroes 5 Mayo, al sur de la capital del estado, el arzobispo poblano comentó que se repetirán, al menos, tres sacramentos porque los anteriores carecen de validez.
“Ya pusimos la demanda y ya la pedí a la Secretaría de Gobernación que actué.
Es el único caso que se tiene de una persona que no es sacerdote. Este padre Monchito como le llaman, no es sacerdote. Parece ser que no son muchos los sacramentos que ha administrado, sobre todo bautismos y matrimonios. El párroco de la zona o un servidor los volveremos a celebrar. De sacramentos hablamos de dos, tres, pero de las llamadas misas que no pueden llamarse así, fueron muchas, desde agosto del año pasado”, comentó.
Sánchez Espinosa resaltó que la arquidiócesis implementó diferentes medidas para evitar que falsos sacerdotes engañen a la población, como la entrega de identificaciones que deben ser presentadas al llegar a una comunidad.
“Cuando hay duda o cuando no sea conocido un sacerdote, la población puede pedir que les presente su credencial o su licencia ministerial. En la arquidiócesis de Puebla todos tenemos credencial. Yo tengo mi credencial de arzobispo de Puebla, la credencial que tengo me la entrega la Conferencia del Episcopado Mexicano y a los sacerdotes, la arquidiócesis les entrega su credencial”, comentó.
Comentó que la capilla de Nuestra Señora de Juquila continúa cerrada ante las diferencias que se presentaron entre fieles luego de que se descubrió el engaño de González Martínez.
“La capilla sigue cerrada porque hay un grupito que lo apoya pero, ojalá ellos, se den cuenta de que no es sacerdote porque los está estafando. Ya lo pusimos en manos de la Secretaría de Gobernación, en Asuntos Religiosos y vamos a ver qué hacen porque está usurpando funciones”, comentó.
Según fieles católicos del sur de la ciudad, el falso sacerdote llegó a la comunidad haciéndose pasar por integrante de la congregación “escolapia” y tomó posesión del templo donde encabezaba misas.
Por misa, el sacerdote falso, cobraba 300 pesos por celebraciones de acción de gracias y 700 pesos por bautizar a menores de edad. De forma adicional, extendía documentos para acreditar diversos servicios religiosos.
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